martes, 13 de marzo de 2007

Micro tendencias y retos en el norte de la ciudad: El caso del Consejo promotor de las Organizaciones Sociales (por: Luis Marín)

(Ensayo premiado en el Concurso de Ensayos: La Participación Ciudadana en la Gestión Local. Organizado por el Instituto de Estudios Peruanos, Red para el Desarrollo de las Ciencias Sociales y el Proyecto Cholonautas. Publicado en: http://www.cholonautas.edu.pe/. Diciembre de 2005).


I. Introducción

Este ensayo trata los cambios de las prácticas políticas en una organización social distrital de Lima Metropolitana en el distrito de San Martín de Porres[1] que servirá como el umbral para revelar los cambios políticos por los que han pasado los movimientos populares de izquierda, de cómo han procesado su constante exposición hacia los procesos de globalización y cómo éstos han afectado la forma de encarar la política local distrital en pleno proceso de descentralización del Estado.
El paradigma o interpretación de la realidad peruana como un escenario de dualidad estructural donde coexisten la sociedad tradicional y la sociedad moderna[2] presentado por algunos intelectuales a mediados de la década de los noventa ha cambiado o por lo menos a perdido el poder de interpretación de la realidad para dar cabida a discursos mucho más heterodoxos, que nos presentan una sociedad miscelánica, en donde confluyen identidades diversas, desde las obreras que cada vez tienen menor significancia, campesinas que se articulan a lo urbano mucho más que solo en el aspecto económico, variando los significados de sus representaciones sociales, las identidades urbano-populares que se vinculan fuertemente con los territorios “conquistados”[3] por los migrantes en las urbes, etc.; lo que implica que estamos hablando de un nuevo tipo de representaciones sociales, que, juntas pero no revueltas, interactúan en el escenario de nuestras ciudades, que tienden a volverse en nuevo objeto de estudio para las ciencias sociales, y conforman unidas y articuladas –o no- lo que se ha denominado la sociedad global[4].
Y es en las ciudades precisamente, donde actualmente coexisten diversos tipos de grupos sociales, cada uno con un mundo de significados variado que orienta sus acciones en mundos de la vida. Pero es la esfera política la que se yergue actualmente para hacer confluir este magma caudaloso lleno de sentires particulares pero con intereses comunes. Es en tiempos de globalización cuando los discursos y prácticas sociales se entrecruzan o interconectan por medio de la presencia y el diálogo en el espacio público, las interconexiones virtuales y la interacción cara a cara en nuestras calles, plazas públicas, nuestros barrios, etc. ; contrastándonos con el vecino, el poblador, tanto con el connacional y también con el extranjero. Pues sabemos que ahora -gracias al aumento de las interconexiones globales- es posible hacerlo, y que las problemáticas de la población son similares a las que se sufren en países vecinos, porque hay ciertos procesos globales (como los de globalización económico y desprotección del mercado de trabajo, por ejemplo) que se presentan en muchos lugares, y debemos responder a ellos sopesando nuestro papel ya no en el territorio nacional, sino tener una mirada más amplia, más completa e imaginativa.
Para revisar algunas de estas reacciones, actitudes o posturas frente a procesos globales en el entorno local, a continuación daremos una revisión a las prácticas políticas de una organización social que aglutina varias otras territoriales del distrito de San Martín de Porres, en Lima, capital del Perú. Revisaremos las variaciones entre las manifestaciones o acciones de el llamado Consejo Promotor de las Organizaciones Sociales (COPROS) y los cambios que se han dado desde su creación hasta la fecha, influenciados tanto por la marcada tendencia ideológica de una izquierda que llamaremos “radical[5], cuanto por la coyuntura de cambio que nos presenta el proceso de descentralización del Estado, que viene a ser una parte de una lógica funcional influenciada y/o impuesta por los organismos internacionales como el BID o el FIM en el marco de los procesos de globalización en general, y en la globalización del sistema económico neoliberal en particular.
Específicamente revisaremos cómo cambian las prácticas políticas de esta organización, para lo que nos valdremos de las siguientes preguntas que guiarán la investigación: ¿de qué manera esta agrupación se expresa ante los diversos actores sociales locales y transnacionales?, ¿cómo canaliza sus demandas frente a los cambios en el sistema político y ante la apertura participativa?, ¿qué tanto afectan los procesos de globalización en esta práctica y cuáles son sus efectos?, ¿cambia acaso las percepciones sobre el accionar político?, ¿qué prácticas se han perdido?, ¿cuáles han cambiado?. Creemos que con estas líneas guía haremos un primigenio esfuerzo por esclarecer, algunas de éstas interrogantes.

II. San Martín de Porres: breve descripción de un distrito estancado

El distrito de San Martín de Porres se encuentra ubicado en la parte norte de Lima, al lado derecho del Río Rímac. El territorio que actualmente ocupa le perteneció al distrito de Carabayllo, que se fundó durante la última etapa del siglo XIX en la antigua Lima. Mucho antes de su creación política, la zona ya estaba ocupada por pobladores migrantes que comenzaron a llegar a Lima a inicios de la década del cuarenta, que provenían de diversas partes del país y se asentaron en los denominados Barrios Obreros, de los cuales el primero data de 1938, en la zona de la Avenida Caquetá. El año de 1950, se crea formalmente el distrito mediante el Decreto Ley 11360 promulgado por el General Manuel Odría el 22 de Mayo del mismo año.
El distrito siempre fue uno de los más poblados, a pesar de su división en 1989, luego de la creación del distrito de Los Olivos en 1989, año en el que San Martín de Porres pierde algunas de sus más importantes urbanizaciones, y pierde a su vez los tributos que le arrendaban; deteriorando aún más las condiciones para el gobierno municipal.
La importancia de este distrito es que desde su formación hasta la fecha, ha conservado un denso tejido organizativo que han sido actores activos de su desarrollo, tanto en el aspecto físico-legal cuanto en las luchas sociales y políticas[6] locales o nacionales. El COPROS vendría a ser uno de las dos grandes organizaciones sociales que aún sobreviven después de la década de la despolitización[7].

III. El COPROS formación y desarrollo

El Comité Promotor de organizaciones Sociales (COPROS) se formó el 10 de Abril de 2001[8] y es heredero de toda esta experiencia dirigencial que ha caracterizado al distrito, fuertemente vinculado a los partidos de izquierda por los hechos ya mencionados y por que ésta gobernó el Municipio distrital durante tres períodos continuos a partir de 1980.
Lo conforman organizaciones territoriales –Juntas Vecinales, Asociaciones de Vivienda- y algunos gremios locales como el de los mototaxistas. Sus consignas son la lucha por los derechos ciudadanos, por el control y la fiscalización ejercida desde la sociedad civil. Cabe mencionar que esta organización surge a raíz de la lucha contra el alza de arbitrios municipales el año 2001, durante la gestión de Gladys Ugaz, ex - alcaldesa del distrito que fue muy cuestionada por casos de corrupción durante su gestión.
Es durante este gobierno municipal –el de Gladys Ugaz- cuando surgen estas organizaciones[9] para lograr objetivos comunes como la lucha contra la corrupción; debido a que alrededor del año 2001, la administración municipal pasaba por una de sus peores crisis, en cuanto a corrupción institucionalizada. Inclusive durante los últimos meses la Municipalidad se hallaba sin alcaldesa pues ésta se había dado a la fuga.

III.1 Protesta antes que propuesta


Protesta del COPROS frente a la Municipalidad por propuesta de ubicación zona rosa en Chuquitanta
La actitud que asumía este grupo –el COPROS- en esa época era la de la demanda y la de la confrontación. Al principio se organizaban marchas, plantones y protestas frente a la municipal reclamando por los abusos cometidos en el alza de arbitrios por la institución municipal. De esta forma se apreciaba que el camino tomado por esta organización privilegiaba la manifestación en el espacio público antes de cualquier intento por seguir los canales legales para expresar desacuerdos, como el de la petición de cuentas por ejemplo; sin mencionar el pedido de revocatoria de autoridades que faculta la nueva Ley Orgánica de Municipalidades. Sin embargo no debe sorprendernos esta aparente elección puesto que la movilización antes que la “formalización” de la propuesta son ya casi tradiciones en el país, debido a que existen requisitos para presentar cualquier iniciativa ciudadana que se constituyen en verdaderas barreras inalcanzables para la población[10]. Todo esto sin tomar en cuenta que este tipo de participación formal requiere aún más elevados costos que la protesta, que resulta siendo más efectiva por su carácter masivo y sobre todo mediático.
El COPROS también se haya fuertemente influenciado por la ideología de sus dirigentes actuales, que ejercen lo que hemos denominado una doble militancia: una en la organización social misma y otra en un partido político. En este caso, en el COPROS mismo y en el Movimiento Nueva Izquierda[11]. Como hemos mencionado líneas arriba el COPROS está conformado por varias organizaciones, tales como el SUTEP Décimo Sector y además por el Sindicato de Trabajadores de la Municipalidad de San Martín de Porres. Todos ellos califican el proceso de apertura participativa en la gestión local -como la conformación del CCL a nivel local- como inadecuado por la inclusión de actores (específicamente las ONG) que reemplazan el trabajo de los pobladores en procesos tales como el Presupuesto Participativo y dan “todo masticado” como veremos más adelante. Además, los miembros de esta organización se considera a sí misma como parte del mal llamado movimiento antiglobalización; el cual es más apropiado llamarlo movimiento anti-neoliberalismo[12].
Como hemos visto, esta postura frente al gobierno –local y central- sumada a su antes única forma de encausar las demandas del segmento de la población que representan; aislaban de alguna manera a esta agrupación de las otras dinámicas que se sucedían en el distrito, y mucho más aún la desconectaban de lo que pudo haber sido un frente único de lucha y/o trabajo. Esa es la diferencia principal que tenía el COPROS con el CUOS. La primera no quería entrar a trabajar en un esforzado proceso de planificación participativa –previo a la legislación, que comenzó a ser promovido desde mediados de 1997 por iniciativa de una organización no gubernamental local - que se dio pero que se dejó de lado por la desidia de la autoridad municipal de ese año (Gladys Ugaz, durante el 2001). Posteriormente, este proceso de planificación fue respaldado por la legislación; en el marco de un proceso transnacional como el de la descentralización del Estado, que se viene dando en todo el país a partir del gobierno de Valentín Paniagua Curazao, quien gobernó el país en una de las más álgidas crisis de los últimos años, debido a la renuncia del ex presidente Fujimori[13].

III.2 De la protesta al acuerdo

En noviembre del 2002 se llevó a cabo el denominado Acuerdo de Gobernabilidad. Éste se realizó con las organizaciones sociales –que promovieron el evento, entre ellas el COPROS- y los candidatos a la alcaldía 2002-2006. Este evento dio pie al fortalecimiento de este tipo de organizaciones sociales, pues los primeros buscaban su legitimidad en el distrito, mientras que los segundos buscaban réditos políticos ad portas de las elecciones del 2002.
Entre las organizaciones sociales que participan en el distrito se presenta una libre participación en espacios que involucren a los dos principales grupos, es decir; las organizaciones territoriales o sectoriales que pertenecen al CUOS por ejemplo, pueden a su vez participar en las actividades que realiza el COPROS, sin embargo; casi ninguna lo hace a excepción de un par de juntas de vecinos –o en todo caso, los dirigentes de las mismas- pues la posición del COPROS está fuertemente estigmatizada en el distrito, muy a pesar de que su postura no sea del todo rechazada por los más de los pobladores, pues suelen recurrir a la exaltación de la indignación popular para ganar adeptos.
Fue este evento la oportunidad que tuvieron estas dos grandes agrupaciones de aparecer en el espacio público político distrital, señalando el camino hacia una posible nueva etapa, en al que el diálogo sustituya a la protesta o movilización. Pero los compromisos que se pactaron entre las organizaciones y los candidatos no fueron respetados por el candidato electo, el alcalde Lucio Campos[14]. Mas bien éste desconoció la representatividad de algunas agrupaciones que participaron en el evento y este hecho marcó el comienzo de un retorno al enfrentamiento. La organización social del COPROS ya tenía un nuevo antagonista en el escenario político local. El sindicato y otras fuerzas distritales solo esperarían un tiempo antes de recurrir a las manifestaciones si es que los compromisos se incumplían. Posteriormente el COPROS realizaba las primeras marchas en contra del actual alcalde, paros de comerciantes, quema de muñecos que aludían a la autoridad edil, etc.

IV. El factor transnacional y la configuración de un nuevo escenario

La coyuntura de la apertura participativa (apertura refiriéndonos al respaldo legal de la misma, diferenciando esta “apertura” de la “explosión participativa” a la que hace referencia Romeo Grompone) en los procesos de descentralización del Estado se ha dado a nivel nacional respaldados por los organismos financieros multilaterales y otros actores, interesados en que se de la reducción del aparato estatal para que la “mano invisible” del mercado y la lógica del sistema (mercado/sociedad) regule las interacciones sociales. Siguiendo a Mato coincidimos en que:
estos (nuestros) gobiernos han adoptado últimamente análogos programas de ajus­te estructural, lo cual se relaciona con ciertos procesos globalizantes que involucran las prácticas de éstos y otros gobiernos, así como las de empresarios nacionales, corporaciones trasnacionales, el Banco Mun­dial (BM) y el Fondo Monetario Internacional y algunas universidades y grupos profesionales transnacionalmente vinculados en lo que po­dríamos llamar comunidades epistémicas transnacionales, que producen las teorías, métodos de investigación y políticas de intervención que sustentan los diagnósticos y aplicaciones en cuestión. Estos esque­mas incluyen programas más específicos y políticas de reducción y descentralización del Estado, y de alivio de la pobreza[15].”
Son precisamente estos programas de alivio a la pobreza los que han desarticulado a las organizaciones sociales en un proceso que podríamos llamar descomposición social desde arriba, pues con la aplicación de políticas focalizadas contra la pobreza no se ha hecho más que buscar núcleos ejecutores ad hoc muchas veces paralelos a la organización social[16] haciendo que las responsabilidades pasen del Gobierno Central hacia los gobiernos locales y a su vez cargan responsabilidades a la misma población o sociedad civil. Todo esto dirigido desde el Fondo Nacional de Compensación y Desarrollo Social - FONCODES durante el gobierno de la cleptocracia fujimorista, o en los infaustos tiempos del chino.
Considerando esta relación local-transnacional que se impone con fuerza a partir del noventa, suponemos que esto reconfiguraría también la representación social en u distrito como el de San Martín de Porres y socavaría la imagen que los más de la población tienen hacia la práctica política, pues cada vez se hacía más complicado la práctica ciudadana en un país aquejado por la pobreza y el autoritarismo; en un distrito institucionalmente destruido por la corrupción y por la pérdida de funciones en general de todas las Municipalidades nacionales –la creación de organismos como el FONCODES buscaba restarles funciones a los gobiernos locales para descartar la posibilidad de algún ascenso político local que rigiera con los planes reelecionistas del fujimorato- a pesar del cada vez mayor protagonismo de las ciudades en un contexto en el que interactúan actores sociales globalizados transterritoriales y globalizantes en sus prácticas sociales.
Si bien es cierto esto solo fue el marco anterior incluso a la formación del COPROS, sus actuales integrantes ya formaban parte de los partidos y sindicatos mencionados líneas arriba, y siendo así ya formaban su propia opinión respecto a la problemática distrital.

V. Planificación participativa: la construcción de un nuevo rol

V.1 Afrontando los espacios meso

Ante la fragmentación urbana que vive el distrito, aquejado por su inexistente planificación urbana y ocupación desordenada, se hace patente la ausencia de espacios públicos físicos de interacción entre individuos, necesarios para iniciar la concertación entre actores sociales. Puede ser este un factor más por el que la población le rehuye –al menos en el distrito- al ámbito político. Pues no están acostumbrados a tener ágoras locales en las cuales decidir los futuros de sus comunas. Esta ausencia puede bien influenciar a que otros decidan por ellos. Tal vez a esto se debe la falta de renovación dirigencial que vienen sufriendo las organizaciones sociales en general (incluido el COPROS). Lo cierto es que si en el plano nacional la política es relacionada con aspectos negativos tales como el robo o la estafa, es mucho más difícil que en plena época de planificación participativa (aunque sea sólo presupuestaria) la población se comprometa a participar de las decisiones de su ciudad.
Aún así, se instauraron nuevos espacios de participación ciudadana, en los que el ciudadano tendría la oportunidad de decidir sobre los destinos de los fondos municipales. Uno de ellos es el Concejo de coordinación Local[17], formado por un porcentaje de miembros de la sociedad civil (en el caso de San Martín de Porres son seis personas) y el alcalde y regidores. Otra forma de participar es mediante los procesos de presupuesto participativo que se llevan a cabo hace dos años en todas las municipalidades. Sobre este último punto ampliaremos lo siguiente:
V.2 El I Taller de Presupuesto Participativo 2005
Fue en el I Taller de Presupuesto Participativo de San Martín de Porres, realizado el día 12 de Junio del 2004, cuando interactuaron las dos organizaciones sociales que se disputan ser los máximos representantes del distrito[18].
En este evento, los representantes de las organizaciones que intervenían en los talleres temáticos, no dejaban de señalar a cada momento, la inconveniencia de la postura de la otra parte. Los más radicales, acusaban a los miembros del CUOS de pactar con las siempre cuestionadas autoridades del municipio, y de avalar cualquier propuesta que ellos les hicieran, mientras que de otro lado; los miembros de la Central Unitaria acusaban a los del COPROS de netos confrontadores, incapaces de sostener una propuesta.
En es taller se observó que el problema (no muy bien identificado por cierto) del neoliberalismo se vuelve un problema doméstico. Los representantes del COPROS afirmaban que ese era el problema principal del distrito: la madre del cordero que al solucionarse se solucionarían el resto de problemas.
Hubo confrontaciones, es cierto, con las autoridades municipales que organizaban este evento. Pero a medida que avanzaba este, se dieron cuenta que debido a que los funcionarios municipales fungían de facilitadores; no iban a llegar a ningún lado si seguían con esta actitud. Por un momento llegaron a aliarse a los delegados del CUOS cuando se pretendían algunos atropellos hacia los asistentes o inconsistencias en la metodología.
El COPROS no tiene representantes en el CCL, por ello no desaprovecharía el proceso del presupuesto participativo para ganar adeptos y para involucrarse (lo importante es que esta vez por la vía formal) en la cosa pública. Posteriormente han seguido participando de este proceso, y no han realizado ninguna otra marcha importante.
Actualmente se están conformando los comités de vigilancia de los proyectos municipales para este año. Y los miembros del COPROS parecen este vez querer formar parte de este proceso. Antes, su postura les dictaba no trabajar “en nada” con la administración municipal que ellos califican de corrupta[19], ni con las organizaciones no gubernamentales que siguen trabajando en el distrito y que en su momento lo hicieron proponiéndole al gobierno anterior (el gobierno corrupto de Gladys Ugaz) un proceso de planificación participativa mucho antes de que existiera la legislación vigente que lo respalda. Los del COPROS aducían que al haber trabajado con la alcaldesa corrupta, ellos –los de la ONG- también lo eran.
El COPROS, durante los primeros meses del 2004, se esforzó por recolectar las firmas necesarias para la revocatoria del alcalde Campos. No se llegó a la cantidad establecida por el organismo oficial. Este sería el primer esfuerzo por revocar “formalmente” a un alcalde distrital del Cono Norte en los últimos años. Pero cabe mencionar que casi siempre estos esfuerzos están auspiciados por los candidatos que perdieron las elecciones anteriores, tal como efectivamente pasó en San Martín de Porres.
Después de todo, ante la ingente necesidad de aparecer en el espacio público, para no perder el terreno que se avanzó en las movilizaciones; el COPROS ha tenido que adaptarse a los nuevos tiempos, comprometerse con objetivos más grandes y pensar en que el intercambio de ideas, de pareceres, de propuestas con las otras organizaciones sociales y con las mismas autoridades beneficiarían no sólo a su movimiento, sino también los pondrían a pensar en su propio distrito, articulado como está con sus vecinos, comprometido por cambiar el a veces despectivo término del “Cono norte” por el del muy enorgullecedor “Lima Norte”. Y esa no es tarea únicamente de una organización como el COPROS, que ha ido, paso a paso, cambiando sus posturas antes inquebrantables, para darle cabida -al menos por ahora- al diálogo entre agentes sociales. Y éstos a su vez reconocen el know how dirigencial de los representantes del COPROS, que lo han utilizado tal vez muchas veces para asuntos nonc santos; y llamando la atención sobre sus organizaciones netamente políticas – gremiales, como el Movimiento Nueva Izquierda y el SUTEP.

VI. Reflexión final

Sugerimos que para los cambios que se presentan en los discursos, imaginarios, representaciones y prácticas políticas[20]; no ha existido un punto de inflexión determinante que de un momento a otro oriente hacia algún sentido las acciones y prácticas de esta organización social. Mas bien los marcados tránsitos desde posturas radicales hacia otras en las que se da un espacio al diálogo y a la concertación con los diferentes actores distritales se han venido sucediendo por la interacción ininterrumpida entre este grupo y los procesos formales de descentralización del Estado que se observan en el distrito. En otras palabras los cambios a los que nos referimos están influidos por los diferentes nuevos espacios de concertación que surgen para la gestión distrital, ampliando así la base social que participa en la gestión del gobierno, en este caso local, y que además amplían la convocatoria o “abren la cancha” a las organizaciones populares, e incluso a los ciudadanos particulares no agrupados.
Un posible cambio de esta organización, al comprometerse o al menos participar de estos nuevos espacios, es involucrarse con proyectos e ideas (porque no sólo debemos referirnos a proyectos como de infraestructura, sino como a los de la construcción de imaginarios, sentidos comunes, o la tan anhelada identidad distrital) que trascienden lo local, nos proyectan a entender, interiorizar y transformar confluentemente otros intereses. Lo que nos remite de una perspectiva del cortoplazo hacia una mirada de largo plazo, más comprometida con el entorno y con posibilidad de negociar con otros actores en otros distritos, que afronten problemas similares, o diferentes, para poder ganar experiencia y ésta revertirla hacia nuestra localidad, o hacia nuestros activistas, en sus diferentes movimientos –sean o no políticos- para que estos reproduzcan nuestras experiencias, nuestros discursos, nuestros saberes.
Lo cierto es que existe una definida conciencia de globalización en este movimiento –indefinida, marcada, catastrófica-, pero que definitivamente afecta sus formas de concebir la política (como una arena de batalla), sus prácticas políticas como hemos visto a lo largo del texto y su perspectiva respecto a los demás actores. Se saben hacedores de su propia imagen frente a los demás (ciudadanía, autoridades, etc) y bien pueden aprovechar su experiencia ganada a pulso durante los últimos años; pueden vender la idea apasionada y romántica de un compromiso por un nuevo Estado popular, pero también pueden –a la par o no- seguir actuando en los diferentes procesos de desarrollo local, sabiendo que hay múltiples problemas, tanto en el distrito como en los colindantes, y que tal vez juntos pueden alcanzar o definir un mecanismo que los haga alcanzar el bienestar. Esa es la lucha que emprenden en este nuevo contexto, ad portas de un TLC con los EE.UU. , preocupándose por las vanguardias chinas en estas latitudes, protegiéndose de discursos alienantes, pero siempre con la posibilidad de revertir lo aprendido en esta cancha, en la cancha chica[21], pero mirando el estadio lleno.

VII. BIBLIOGRAFÍA

Alternativa, 2002, “Diagnóstico Integral del distrito de San Martín de Porres”.
Alternativa, Equipo de Regionalización, ”Cono Norte: Problemas y posibilidades”.
Lima 1990.
Degregori, Carlos Iván, et ali. “Conquistadores de un nuevo mundo: de invasores a ciudadanos en San Martín de Porres”. Instituto de Estudios Peruanos. Lima 1986.
Calderón, Julio; y Rocío Villanueva, ”Izquierda y democracia: entre la utopía y la realidad. Tres municipios en Lima”. Instituto de Desarrollo Urbano – CENCA, Lima 1991.
Cultura y transformaciones sociales en tiempos de globalización. Cátedra Virtual de CLACSO, 2004:
-Mato, Daniel; Mitos y realidades de la globalización- Para des‑fetichizar la globalización: una aproximación político ‑ cultural a las prácticas de los actores sociales en los procesos de globalización contemporáneos.
-Ianni, Octavio; Teorías de la globalización.
Coordinadora de Organizaciones Sociales y Vecinales de San Martín de Porres (Central Unitaria), Central Distrital de Comedores Populares de San Martín de Porres (CEDICOPA) y Federación Distrital de Trabajadores Ambulantes de San Martín de Porres (FEDITAS), “Acuerdos de Gobernabilidad y por el desarrollo integral de San Martín de Porres”. San Martín de Porres , 2002.
Grompone, Romeo, "Argumentos a Favor de la Participación en Contra de sus Defensores (Borrador)", Instituto de Estudios Peruanos, IEP, Lima 2002.
Joseph Argus, Jaime. “Lima Megaciudad : Democracia, desarrollo y descentralización en sectores populares”. Alternativa, Centro de Investigación Social y Educación Popular; Instituto de Investigaciones de las Naciones Unidas para el Desarrollo Social (UNRISD).Lima 1999.
López Ricci y Joseph Jaime; “Miradas individuales e imágenes colectivas. Dirigentes populares: límites y potencialidades para el desarrollo y la democracia”. Alternativa, 2002.
Mato, Daniel (coord.). “Políticas de ciudadanía y sociedad civil en tiempos de globalización”. Caracas: FACES, Universidad Central de Venezuela.
Quijano, Aníbal. “La economía popular y sus caminos en América Latina”. Mosca Azul Editores, Lima 1998.
Remy, María Isabel. “Los múltiples campos de la participación ciudadana en el Perú: un reconocimiento del terreno y algunas reflexiones”. Instituto de Estudios Peruanos. Lima 2004.
Visión. Año 4, Nro. 24. Épica Ediciones.

Notas:

[1] Debo agradecer a los colaboradores del Departamento de Investigación de Alternativa quienes permitieron el uso de la información para el presente trabajo, en especial al Jefe del Departamento Dr. Jaime Joseph.
[2] Quijano, Aníbal. “La economía popular y sus caminos en América Latina”. Mosca Azul Editores, Lima 1998, página 65.
[3] Degregori, Carlos Iván, et ali. “Conquistadores de un nuevo mundo: de invasores a ciudadanos en San Martín de Porres”. Instituto de Estudios Peruanos. Lima 1986.
[4] Ianni, Octavio; Teorías de la globalización. Cultura y transformaciones sociales en tiempos de globalización. Cátedra Virtual de CLACSO, 2004. Página 3.
[5] Con posición o tendencia de izquierda radical queremos describir una manera particular de asumir una postura frente al Estado. Postura que se caracteriza por ser altamente confrontacional en la práctica y que aspira a destituir, deponer, derrocar a las autoridades vigentes para sustituirlos por otras elegidas. No ahondamos en tratar las concepciones ideológicas de la izquierda en este trabajo por limitaciones de espacio.
[6] Como por ejemplo las protestas nacionales de los partidos aliados con sindicatos, gremios y organizaciones sociales frente al Gobierno Militar de Velasco Alvarado y Morales Bermúdez (1975 - 1979).
[7] Llamamos así a la época de la dictadura fujimorista, pues durante su gobierno se trató de desintegrar la organización popular, restarle poder a los gobiernos locales, entre otras acciones coherentes con el discurso de la antipolítica propugnado por el ex jefe de Estado.
[8] Según el actual director del COPROS y miembro del Sindicato de Trabajadores formales del distrito, señor Hober Gutiérrez.
[9] Se forma también la Central Unitaria de Organizaciones Sociales - CUOS. Vale la pena destacar que el COPROS está conformado por dirigentes que se alejaron del CUOS por diferencias respecto a la actitud frente al gobierno local de esa época.
[10] Para ahondar sobre las formas y niveles de participación en el país y un análisis de los motivos por el que se da la misma véase: Remy, María Isabel; Los múltiples campos de la participación ciudadana en el Perú: un reconocimiento del terreno y algunas reflexiones. Instituto de Estudios Peruanos. Lima 2004.
[11] El Movimiento Nueva Izquierda es un partido político que intenta rescatar la valiosa tradición de el frente que constituyó la Izquierda Unida en la década del ochenta, y que se enfrentó al descrédito nacional porque de ella salieron los integrantes de movimientos terroristas que asolaron durante veinte años (1980-2000) al país con una vorágine de violencia que desestabilizó el Estado de Derecho y produjo alrededor de 70 000 muertos, entre otras cosas. Para mayores detalles del conflicto armado que se vivió durante esa etapa véase el Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación Nacional en www.cverdad.org.pe.
[12] Daniel Mato (coord.), Políticas de ciudadanía y sociedad civil en tiempos de globalización. Caracas: FACES, Universidad Central de Venezuela, página 14.
[13] Hoy prófugo de la justicia debido a las múltiples denuncias de corrupción y violaciones a los derechos humanos cometidas durante su gobierno en la década del noventa.
[14] Este alcalde también fue destituido por los regidores del distrito a mediados de Julio del presente año, acusado de corrupción y estafa al municipio, durante la gestión de Gladys Ugaz.
[15] Mitos y realidades de la globalización- Para des‑fetichizar la globalización: una aproximación político ‑ cultural a las prácticas de los actores sociales en los procesos de globalización contemporáneos. Mato, Daniel. Cultura y transformaciones sociales en tiempos de globalización. Cátedra Virtual de CLACSO, 2004.
[16] Joseph, Jaime. Lima: Megaciudad: : Democracia, desarrollo y descentralización en sectores populares. Alternativa, Centro de Investigación Social y Educación Popular; Instituto de Investigaciones de las Naciones Unidas para el Desarrollo Social (UNRISD).Lima 1999.Página 96.
[17] Los Concejo fueron creados durante el gobierno de Valentín Paniagua, quien amplió la participación ciudadana con esa medida, y creando también la Mesa de Concertación de Lucha Contra la Pobreza, que se encargaría de aunar esfuerzos de diversas instituciones (estatales o no) para combatir descentralizadamente el flagelo de la pobreza.
[18] Aunque pueda ser cierto que estas dos sean las organizaciones más grandes, cabe señalar que algunos involucrados opinan que dichas organizaciones no representan ni el 2% de la población total del distrito. Asunto que puede bien ser válido debido al gran número de habitantes del distrito, que sobre pasa el medio millón.
[19] Nos referimos a la gestión de Lucio Campos Huayta, ya destituido.
[20] En este texto como ya habrá notado el lector, nos referimos con mayor detalle a prácticas políticas específicas. Los otros puntos los tratamos someramente y podrán ser fruto de mayor profundización y análisis en otro documento.
[21] La “cancha chica” es una ingeniosa metáfora que nos remite a los patios traseros de la democracia, los espacios barriales, de corto alcance pero de gran labor, de donde pueden salir interesantes propuestas. López Ricci y Joseph Jaime; Miradas individuales e imágenes colectivas. Dirigentes populares: límites y potencialidades para el desarrollo y la democracia. Alternativa, 2002.

Conformando frentes: reflexiones en torno a la participación juvenil en Lima Metropolitana (Por: Luis Marín)

(artículo destacado con mención honrosa en el Concurso de Ensayos: Participación en la gestión local e iniciativas culturales. Red para el Desarrollo de las Ciencias Sociales, Noviembre de 2006)


"-En mi mundo cuando se corre, se cambia de lugar-explica Alicia, a lo cual la reina exclama:-¡Vuestro país es muy lento!Aquí, como ves,hay que correr lo más rápido posiblepara permanecer en el mismo lugar"
Alicia a través del EspejoLewis Carroll

Introducción

El presente artículo reflexiona acerca de la participación de la población juvenil en algunos de los nuevos procesos de descentralización del Estado y en la agenda pública nacional o local con diversos temas de coyuntura. Nuestra aproximación se centra en el análisis y reflexión que surgen al recorrer los caminos de dos organizaciones juveniles, cada una con su propia dinámica, en distintos niveles de influencia, con territorios determinados. Una agrupación llamada Corazón Sanmartiniano y otra llamada Red Interquorum. Ambos colectivos los conocimos en diferentes contextos, momentos y realidades, pero sus trayectorias nos sirven tanto como pretexto para reflexionar acerca del papel de la población juvenil y/o sus representantes en los espacios de discusión política de nuestra ciudad, cuanto para repasar las motivaciones que tienen para generar influencia en sus propios territorios.
Recorreremos los caminos de cada uno de estos grupos, describiremos su conformación y difundiremos sus agendas en perspectivas comparadas. Esto nos ayudará a obtener un panorama más claro de la participación, sus motivos, las perspectivas de desarrollo y las falencias en cada proceso, y sobretodo nos llevará a cuestionarnos acerca del papel de la política “oficial” frente a estos movimientos y/o colectivos, o a preguntarnos acerca de la ausencia de los mismos por los caminos oficiales de participación popular.

Antecedentes

Ciertamente, no conocemos que el tema de este ensayo haya sido tratado con holgura por muchos autores. No existe un balance de las experiencias de participación juvenil en redes y/o colectivos que tengan como estrategia el elevar a la agenda pública las preocupaciones de los mismos por fuera de los canales del sistema político. Si bien es cierto si encontramos una revisión de la problemática de las políticas juveniles y de la generación de las mismas[1] podemos ubicar el tema de la formación de colectivos juveniles en torno a la cultura, política y sociedad como parte de la literatura sobre movimientos sociales que se sucedieron en Lima a finales del gobierno de Fujimori.
En dicha década los procesos de despolitización dirigidos desde el Poder Ejecutivo -que mellaron la organización popular en diversos estamentos- significaron un enfrentamiento entre el poder central y los gobiernos locales que, aún a pesar de la crisis institucional posterior a los ajustes estructurales, seguían siendo los bastiones del Estado más cercanos, con mayor confianza de la población y que significaron en muchos casos los únicos entes que escuchaban las demandas frente al desinterés de algunas instituciones tutelares del país[2], en el marco de lo que O’Donnell ha denominado una democracia delegativa[3]. Además, tal como afirma Grompone, muchas veces las municipalidades a pesar de sus magros ingresos se ocuparon de resolver un conjunto de tareas que no estaban previstas en el marco jurídico como parte de sus competencias[4].
A fines de esa década, no fue rara la conformación de colectivos juveniles que aglutinaban a los jóvenes que querían manifestar su malestar para con el régimen reeleccionista y no encontraban una forma “oficial” de dar a conocer su opinión. Por entonces, eran muy comunes las marchas por el centro de la capital, casi a diario veíamos gremios, colectivos, sindicato y grandes grupos que hacían de la protesta un caleidoscópico pasacalle contestatario que llegó a ser parte del paisaje del centro metropolitano.
Luego de este clima tenso que se vio reflejado diariamente en los medios, los colectivos retomaron la calma –o se orientaron menos hacia los medios- con la toma de mando de Valentín Paniagua (Acción Popular), que presidió el llamado gobierno de la transición democrática.
Muchas de las medidas tomadas por Paniagua Curazao tendieron a la ampliación de la participación ciudadana. Sobretodo la que crea la Mesa de Concertación de Lucha contra la Pobreza (D.S. 01-2001)[5], primera instancia en la que la sociedad civil y los diferentes representantes del Estado podían encontrarse para llegar a acuerdos que cumplan con el objetivo de este espacio.
Por entonces, en una sociedad como la nuestra -en donde no se integran los actores sociales y las grandes mayorías se encuentran situación de exclusión, víctimas de la pobreza estructural y por ende, sin acceso a oportunidades para el desarrollo de sus capacidades- no es raro que la comunidad política no integre y represente a los peruanos con sus diversas características demográficas, culturales o étnicas. En una sociedad donde el mercado ha subyugado el orden social marcando los derroteros de las nuevas y a veces únicas formas de inclusión social legitimada -muchas veces orientada solo al consumo- los jóvenes han quedado relegados de la esfera pública y han sido víctimas del proceso de despolitización sufrido por la sociedad peruana y sus organizaciones populares durante la década del noventa[6]. Si bien es cierto posteriormente se vivió un auge del movimiento social juvenil –que por lo demás no fue sostenible-, eso no quita que aún existan mayorías jóvenes no representadas y excluidas de toda posibilidad de manifestación de sus demandas y de generar procesos de incidencia política. Así es como en este nuevo panorama surgen las organizaciones que presentamos a continuación, que han buscado la forma de elevar sus demandas por fuera de los canales adecuados y mediante el ejercicio de una ciudadanía mediática que trata de incidir en el sistema.
La génesis de colectivos: dos experiencias urbanas

· La agrupación Corazón San Martiniano

La organización Corazón Sanmartiniano es una pequeña organización de jóvenes estudiantes de derecho de la Universidad Inca Garcilazo de la Vega, conformada por no más de diez integrantes residentes en el distrito de San Martín de Porres.
La iniciativa de su conformación parte de su líder, un joven sanmartiniano que pensó en contribuir con la población mediante asesorías jurídicas en los ambientes de la municipalidad distrital. No sabemos con certeza como surgió esta primigenia idea pero si hemos constatado que este grupo brindó más de una jornada entera de asesoría durante la gestión del alcalde Lucio Campos (Enero de 2003 – Junio de 2005)[7]. Estas actividades significaron los primeros pasos en la relación entre esta novel agrupación y la instancia municipal.
Como antecedentes de esta organización en el distrito, podemos decir que posteriormente a la caída del régimen de Fujimori (año 2001), muchas municipalidades como la de San Martín de Porres -mediante la Oficina de Servicios Sociales- gestaron la conformación de espacios de concertación temáticos llamados “mesas”. Estas Mesas constituyen un antecedente de lo que es la Mesa de Concertación de Lucha contra la Pobreza y debemos destacar su importancia por haberse gestado por iniciativa municipal y no como siempre sucede con los auspicios y promotoría de las ONG. Esta vez fue la Municipalidad la que convocó a diversas instituciones (tres grupos juveniles, instituciones religiosas, representantes de ministerios, ONG, etc) que intervenían en el distrito para conformar la Mesa de Jóvenes de San Martín de Porres, que dicho sea de paso no contó con el respaldo de la legislación (nunca se emitió una ordenanza).
Al principio participaron tres grupos juveniles, todos ellos formados desde las parroquias. Generalmente en las parroquias y otras instituciones religiosas se conforman estos grupos de jóvenes que tienen un gran potencial, pero que muchas veces no ven mas allá de su Parroquia, es decir; una vez que se los jóvenes se desligan de la Parroquia los grupos ya no son sostenibles. Además en estos grupos se aprecia una alta rotación, debido a las actividades cotidianas de sus miembros.
Sin embargo, debido a las serias denuncias de corrupción que recibía el gobierno de la alcaldesa de ese entonces (Gladys Ugaz, 1999 - 2002), la participación de las instituciones iba decayendo poco a poco y los grupos de jóvenes se iban alejando de dicho espacio, huyendo del desprestigio que día a día ganaba la Municipalidad[8].
La interacción surgida entre los integrantes de esta agrupación y los funcionarios municipales llevaron a que sus miembros participen en el Taller de la elaboración del Presupuesto Participativo 2005, evento en el que su líder llegó a ser presidente de una mesa temática y presentó lo trabajado en la plenaria. Más adelante ahondaremos el análisis de la interacción entre los miembros de este grupo y la población en este evento, así como analizaremos brevemente los contenidos del discurso brindado por este joven líder de la agrupación.

· La Red Interquorum Lima

La Red Interquorum es un espacio auto sostenido de encuentro y concertación de ciudadanos de sus respectivas localidades[9]. La red está articulada a la Red Interquorum del Perú. Su conformación en Lima la podemos rastrear desde octubre de 2004, mientras que la articulación nacional se podría decir que comenzó el año 1990.
Esta red está sugerida como una red de Internet donde la comunicación es horizontal[10], los denominados interquoristas se caracterizan por ser jóvenes en su mayoría con educación superior o integrantes de instituciones de diversa índole (confesionales, partidos políticos, territoriales, etc) quienes son los que generan las iniciativas y/o propuestas de la red.
La forma de comunicación y difusión de las actividades de los miembros se realiza mediante una lista de interés en Internet. Lo particular de este espacio es que está auspiciado en parte por la Fundación Friedrith Ebert Stiftung[11]. Sin embargo, para el desarrollo de sus actividades suele buscar alianzas intersintitucionales con ONG, partidos, instancias de gobierno y otros colectivos que puedan darle soporte a las iniciativas.
El número de miembros es incierto, pues al tratarse de una red sus miembros no siempre tienen una participación activa o frecuente. Su organización contempla una jerarquía superior en la que los voceros son los representantes territoriales de la red.
Últimamente la Red Interquorum ha realizado eventos que han tenido gran difusión en los medios. La realización de caminatas, plantones anticorrupción y otro tipo de iniciativas ha encontrado un reflejo mediático que revela que el rol de los jóvenes sigue siendo importante en la agenda pública capitalina, comprometido con los sucesos nacionales. Una crítica que se arguye al colectivo es que muchas veces se quedan solo en la elaboración de eventos, sin generar procesos continuos de reflexión entre sus miembros y la población. Si bien es cierto los eventos son importantes, sería mucho mejor generar corrientes de opinión reflexiva que no solo respondan a la coyuntura política nacional.
Otro punto a resolver aún por esta organización, es que la agenda de sus iniciativas toca temas pertenecientes al ámbito nacional, sin poder ceñirse a temáticas metropolitanas particulares que también merecen la atención de parte de la población juvenil. Además, la coordinación y el trabajo de sus miembros se dificultan por el gran territorio que abarcan, haciendo difícil la coincidencia de sus integrantes en las reuniones de planeamiento de actividades. Una articulación conal serviría para realizar un trabajo mejor coordinado y más frecuente.


La agenda pública: texturas difusas

Podemos decir que las agendas de estos dos colectivos son bastante diferenciadas. Por un lado, la primera agrupación se inició preocupada por las carencias de la población que no encontraba soluciones a muchas de sus dudas jurídicas. Observamos que la orientación de este grupo se caracteriza por la intervención directa de sus integrantes antes que por la reflexión y difusión de problemáticas variadas. También podemos afirmar que en Corazón Sanmartiniano no existió afán alguno de representación. Sus miembros no se arguyen ningún tipo de liderazgo más allá de sus responsabilidades a nivel interno.
La participación de este grupo en el proceso de presupuesto participativo significó un paso adelante en la relación colectivo – municipalidad. Sin embargo, este acercamiento pudo bien alejarlo de la naturaleza de su participación social inicial. El discurso planteado por el líder de la agrupación tocó como telón de fondo el papel de los jóvenes para promover el desarrollo del distrito en cuestión. No tenemos registrada con exactitud la comisión temática en la que participaron los integrantes de este colectivo[12], pero el esgrimir el discurso de “es hora de los jóvenes” relega a un segundo plano los contenidos y propuestas de lo avanzado en el taller, y difumina la voluntad popular que le otorgó la responsabilidad de presidir la mesa. En otras palabras, creemos que la participación juvenil no debe considerarse precisamente por pertenecer a un grupo etáreo determinado, sino por la valía de los argumentos, contenidos y propuestas de cada ciudadano, joven o adulto. Hubiera sido interesante que esta agrupación participara en el proceso electoral para formar parte de los Consejos de Coordinación Local Distrital, tal vez allí hubiésemos podido apreciar el desenvolvimiento real de los integrantes de esta agrupación sin la etiqueta del discurso “joven”.
Con respecto a la Red Interquorum Lima, su agenda como ya se mencionó, está fuertemente influenciada por la coyuntura política nacional, y tiende muchas veces a ceñirse a temas que generen una réplica mediática asegurada. Si bien es cierto la cobertura de su agenda es escasa, algunas de sus iniciativas han tenido repercusiones más allá del territorio metropolitano. Por otro lado, cabe preguntarse por la confección de esta agenda amplia –si la comparamos con la de la primera agrupación- que incorpora eventos reflexivos; dado que varios de los integrantes de la red forman parte de partidos políticos ¿es acaso una agenda manejada por infiltrados de partido?, ¿es una agenda politizada o responde a los intereses “naturales” de la juventud limeña?. Y si es una agenda politizada ¿cuál es el inconveniente?. Uno de los reproches que por años se le ha hecho a los partidos es que ya no representan a la generación joven y que se han divorciado de muchas de sus preocupaciones centrales; ¿es esta forma de incidencia acaso una alternativa al trabajo político partidario donde suelen predominar las opiniones e iniciativas de los llamados dinosaurios políticos?.
Es cierto que una organización de este tipo despierta muchas interrogantes que nos revelan los caminos que siguen las organizaciones para canalizar las demandas de la población de cualquier estrato. Aún más, nos hacen interrogarnos acerca del papel del sistema político basado en partidos ¿acaso la red responde a la apatía política tantas veces espetada a los jóvenes o es solo consecuencia de diez años de protagonismo tecnocrático?

Reflexiones: generando un espacio político alternativo

Las experiencias de colectivos y/o redes que se han mencionado en el presente estudio podrían considerarse como experiencias de intercambio, socialización y puesta en marcha de una dinámica participativa juvenil que aborda temáticas comunes por fuera de los canales del sistema político –algunos dirían que por fuera de los canales adecuados- y presenta un discurso más mediático –incluso a nivel micro- que genera un mayor impacto y acorta las distancias entre ciudadanos diversos. Mucho se ha escrito ya a partir de Sartori y la videopolítica[13], en esta época de auge de la imagen y de predominio de lo mediático. Para estos colectivos, la alternativa de generar impactos mediante los medios y su participación se convierte en el canal válido de expresión de intereses particulares.
Su estrategia ya no pasa por la influencia que pudieran tener a nivel en instancias legales de participación, sino que acortan la brecha por medio de discursos que generen mayores impactos y que garantizen un tratamiento inmediato. No es extraño que el evadir los canales adecuados de participación se de no solo en las organizaciones juveniles, sino en muchas otras mediante la movilización; ya que esta última antes que la “formalización” de la propuesta son ya casi tradiciones en el país, debido a que existen requisitos para presentar cualquier iniciativa ciudadana que se constituyen en verdaderas barreras inalcanzables para la población[14].
Cabría preguntarnos aquí acerca de las relaciones de poder que se entretejen alrededor de estos colectivos y sus apuestas mediáticas. Si bien es cierto, de las dos agrupaciones solo una orienta claramente hacia los medios sus agendas, consideraremos que esta nueva orientación es una tendencia entre los colectivos, la cual se reflejó también al final de la década pasada con mucho mayor claridad. ¿Acaso el sistema político sucumbe ante la demostración de fuerza que tienen los medios y su capacidad de poner en agenda pública determinados temas?. Creemos que la experiencia de casi una década con la llamada prensa ñusta ha calado hondo entre los que ahora forman los colectivos juveniles, y les ha marcado el camino para identificar algunos de los pocos espacios de resistencia que se encontraron en la televisión peruana durante el gobierno de Fujimori.
Podríamos seguir profundizando la reflexión sobre la influencia de los medios y su verdadero poder frente al sistema político, creemos que este cuarto poder presenta en esta etapa dinámicas particulares muy interesantes, pero que no son el eje central del presente trabajo. Proseguiremos con la reflexión respecto a los ítems fundamentales para la caracterización de las estrategias seguidas por los colectivos juveniles: sus propuestas y su conformación.

El argumento de las minorías (élites)

Las organizaciones estudiadas están conformadas como ya se mencionó, por jóvenes provenientes de diversas universidades de la capital. Esta conformación nos hace pensar que alguno de los objetivos de estas organizaciones –o la consecuencia subliminal de las mismas- son la consolidación o reproducción de una casta que hemos visto surgir hace una década en el ámbito político: los tecnócratas. Estos fueron los que inundaron el panorama político a partir de la irrupción de Fujimori y Belmont a principios de la década del noventa. Estos estaban acorde al discurso en boga de la crisis partidaria y la renovación necesaria mediante los denominados outsiders, que luego de espectar el fracaso de los políticos tradicionales irrumpieron en la escena, trayendo consigo el deterioro de la palabra política y la demonización de la misma[15].
Es una realidad la participación de unos pocos en este tipo de colectivos juveniles. Los costos de la participación son asumidos por sus miembros, lo que repercute en la exclusión de los menos favorecidos o con menor número de capitales (económico, social, cultural, etc). No queremos decir que los objetivos centrales sean de estas organizaciones sean los de reproducción de la casta tecnocrática, pero sucede que al interior de dichas organizaciones se producen procesos de debate y toma de decisiones concertadas que ayudan a un mayor manejo político de cada uno de sus integrantes. Habría que destacar esto último como un acicate para el desarrollo de capacidades de sus miembros en un espacio de socialización entre pares más que como la reproducción o copia de prácticas parapartidarias.
Los miembros de estas organizaciones pueden participar en los nuevos espacios creados a partir de los procesos de descentralización del Estado. Para la primera organización su participación en los presupuestos participativos significó un aliciente en cuanto a proseguir con los objetivos de su organización, pues obtuvieron reconocimiento en el espacio público micro y se imbuyeron en el proceso. Para la segunda organización, la participación en estos espacios o está ausente o no es difundida. Siguiendo la línea de razonamiento anterior, podremos decir que la estructura organizativa que reproduce o practica alguna de las dinámicas político partidarias detecta un vacío en estos nuevos espacios, en los que los partidos políticos tradicionales, en términos generales, brillan por su ausencia. ¿Acaso esto último se debería a un repliegue fruto de la poca importancia que se le da a estos espacios participativos en aras de un mayor peso por lo mediático?. Este es un punto sobre el que también vale la pena reflexionar.

Conclusiones

Como hemos visto, la participación de los jóvenes en las problemáticas de sus territorios se puede dar de diversas formas, algunos participan en las nuevas instancias oficiales que forman parte del proceso de descentralización del Estado, no sin inconvenientes ni tropiezos pero siempre con expectativas bastante altas. Otros por el contrario prefieren expresarse impulsando iniciativas propias y generando incluso espacios de discusión o debate que tengan repercusión en la agenda nacional –o al menos urbana-.
En algunos casos, el discurso de los jóvenes por su calidad de jóvenes es aprendido y mentalizado incluso por los propios jóvenes, sin tomar en cuenta que su participación en estos términos resulta excluyente o cosificante para los objetivos que se plantea cada una de estas organizaciones. Encontramos que la segunda organización –la Red Interquorm- es la que tiene más desarrollada aspectos de incidencia pública que rebasan el discurso juvenil y enriquecen el diálogo con otros importantes sectores de la población.
Los jóvenes deben considerar que la apertura participativa constituye una oportunidad de involucramiento en la cuestión pública directa. Creemos que esta oportunidad debe aprovecharse con una estrategia que no privilegie tan solo la cuestión juvenil, sino que integre visiones de diferentes actores; y que se den cuenta de que pueden los jóvenes pueden interactuar a todo nivel con organizaciones de distintos tipos.
La cuestión de los recursos es también importante para asegurar la continuidad de estos colectivos y fortalecer sus iniciativas y dinámicas participativas en cualquier instancia. La orientación micro de la primera organización y la orientación macro de la segunda[16] se debe al respaldo que recibe una organización y a la carencia del mismo para la otra. Se debe tomar en cuenta que estos colectivos tienen una gran dinámica participativa que debe potencializarse con auspicios efectivos y en una distribución territorial adecuada acorde a sus intereses.
Con todo esto, las organizaciones juveniles que se arriesgan a participar ya sea en los espacios oficiales o que quieran plantear sus propias agendas y generar nuevos espacios tienen todavía un largo camino por recorrer. Hemos pasado de la década de la despolitización, pasando por una apertura participativa que poco a poco ha ido calando en la población joven, y que ha hecho surgir novedosas formas de tratamiento de lo público -vinculando a veces manifestaciones artísticas que pueden bien ser un canal de enganche para la población juvenil- sin que caigamos en riesgos tales como el de estancar su participación o caracterizarla como simplemente mediática o lúdica.

Bibliografía

CLAEH (1992) Cuadernos del Centro Latinoamericano de Economía Humana. Nº 61, Montevideo, Segunda Serie, Año 17.
Grompone, Romeo (2002) Los dilemas no resueltos de la descentralización. Lima, Instituto de Estudios Peruanos. Documento de trabajo 118, Serie Sociología y Política, 30.
Henriquez Ayín, Narda (2005) Red de redes para la concertación: la experiencia de la Mesa de Concertación de Lucha contra la Pobreza. Lima, Mesa de Concertación de Lucha contra la Pobreza.
Montoya W., Luis (2001) Poder, juventudes y políticas de juventud en el Perú. En: Revista de Sociología, Volumen XII, Número 13/14, Julio de 2002. Fondo Editorial de la Facultad de Ciencias Sociales. Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
SARTORI,G.: "Videopoder", en Elementos de teoria politica, Madrid, Alianza Editorial, 1992.
Tanaka, Martín y Meléndez, Carlos (2004) ¿De qué depende el éxito de las experiencias de participación ciudadana?. Lima, Instituto de Estudios Peruanos.
Recursos de internet
Red Interquorum: http://www.redinterquorum.net/html/Home_IQ_que_es_IQ.htm
Comisión de la verdad: www.cverdad.org.pe

Notas:

[1] Véase como ejemplo Montoya, 2001: 239.
[2] Luego de la crisis económica producida en la década del ochenta, la violencia política sufrida desde esa época produjo que las fuerzas armadas perdieran ligazón con la población y fueran vistas con temor, pues los denominados sinchis incrementaban el atropello a los derechos humanos en territorios donde el Estado estaba ausente. Por otro lado algunos de los miembros de la Iglesia Católica se mantenían indiferentes ante el sufrimiento de la población en las zonas andinas. Para mayores detalles véase el Informe Final de la Copmisión de la Verdad y Reconciliación, en: www.cverdad.org.pe.
[3] Guillermo O’Donnell, ¿Democracias Delegativas?. En: Cuadernos del CLAEH, Nº 61, Montevideo, Segunda Serie, Año 17, 1992/1, p.6.
[4] En Grompone, 2002: 16.
[5] Véase Henriquez 2005.
[6] Esto sin contar las formas represivas que adoptó el Gobierno de Fujimori, mediante la coerción por la fuerza en las universidades y las “sutilezas“ de los comandos paramilitares, que por entonces ya eran conocidas. Como por ejemplo la matanza de alumnos de La Cantuta.
[7] El periodo municipal es de 2003 a 2006, pero este alcalde fue vacado por una condena judicial por delitos cometidos en su gestión.
[8] Entrevista a Promotora de una ONG ubicada en el distrito.
[9] Véase http://www.redinterquorum.net/.
[10] Ibidem.
[11] La Fundación trabaja desde 1970 en el país y entre muchas de sus áreas de trabajo, se encarga de propiciar los liderazgos juveniles mediante la formación política y social de hombres y mujeres de todas las esferas de la sociedad en un espíritu de democracia y pluralismo (http://www.fes.org.pe ).
[12] Las comisiones fueron las de gobernabilidad, territorio, educación y medio ambiente.
[13] Sartori, G.: "Videopoder", en Elementos de teoría política, Madrid, Alianza Editorial, 1992.
[14] Para ahondar sobre las formas y niveles de participación en el país y un análisis de los motivos por el que se da la misma véase: Remy, María Isabel; Los múltiples campos de la participación ciudadana en el Perú: un reconocimiento del terreno y algunas reflexiones. Instituto de Estudios Peruanos. Lima 2004.
[15] Aún seguimos escuchando en algunas campañas a candidatos que afirman “no ser políticos” para granjearse la aceptación popular. Esto nos recuerda al famoso lema de la gestión de Ricardo Belmont: “obras sí, palabras no”; lema que va en contra de la esencia de la política deliberativa.
[16] Consideramos que su orientación es macro –tal vez arbitrariamente- al tratar problemáticas de índole nacional.

lunes, 12 de marzo de 2007

Una tarde en el Callao (Puerto peruano)

(11/03/2007) Fue una tarde de recorrido largo hacia el puerto, en el que el inclemente clima se volvió clemente y nos cobijaba la brisa marina sin rastro alguno de brillo solar, el frio brumoso y penetrante hacía presa de nuestros cuerpos mientras nos adentrábamos en un una ruta marina poco conocida pero entretenida, en un pequeño -para algunos mediano- note a motor dentro de borda, con cinco soles por persona acompañados de parejas inexpresivas y un trío de amigos. Ya en altamar observamos a lo lejos el famoso Humbolt, un buque, imponente y otras muchas embarcaciones de nombres curiosísimos y aspectos variados, algunas parecían tinas y otras pequeñas limosinas, frente al Club Regatas of course. Luego de un par de fotos y de intentos (solo intentos) por darnos calor, la embarcación daba tumbos ante el incremento de la marea, las aves pasaban cada vez más cerca y parecióme recordar las hazañas de Santiago descritas por Hemingway en "El viejo y el mar" (1952). Pero nuestro objetivo no era pescar, sino deleitarnos con nuestra travesía por los márgenes de la costa nacional, tan cercana y tan lejana, tan curtida de resolanas, conquistada por algas y otras especies construyendo un escenario que nos remitía al pasado glorioso del Puerto, ansiada presea indómita. Así, proseguimos ya con ansias de tocar tierra firme, víctimas del temor a ser atacados por escorbutos legendarios, o que en cualquier momento nos aborde un barco pirata. La marea arreciaba cada vez más y el movimiento era una excusa para ignorar el miedo y tentar a la suerte desviando la mirada de la proa y aguantando los discontinuos salpicones en esta balsa peruana. Llegando a tierra firme y tiritando de frío caminamos unas cuadras hasta un pequeño pero atractivo lugar, de toldos verdes que invitaban a guarecerse del frío y a consumir algún brebaje tradicional que nos regule la temperatura y nos permita reflexionar sobre nuestra aventura. Ya dentro del restaurant: "Marcos" (nombre demasiado inconsistente para tan definido lugarcitoen plena calle Constitución, en el Callao Antiguo) se nos ocurrió pedir dos supremos caldos de choros que llegaron hirviendo a nuestras mesas, calmando a el cuerpo maltrecho por el frío marino. Terminado aquello, sibaritamente acariciamos la idea de embutirnos con el sabroso manjar tradicional del Callao, y de esa calle en particular. Sí, un soberano y dominguero pejerrey arrebosado que ya podíamos saborear desde nombrarlo. Así, disfrutamos de este encuentro marino, inspirados tal vez por el paisaje porteño y rodeados del aliento y bruma de una tarde épica, en la que se rememoran hazañas tardías. No nos fue suficiente esta inyección de tradición, y recorrimos una peligrosa calle - atajo hacia la avenida principal chalaca, la Av. Saenz peña- en donde antes se encontraba el viejo club de ajedrez, donde sendas jugadas maestras hacían felices las tardes de tercos señores, jubilados ya. Antes visitamos la antigua iglesia del Callao, que ha dado fe a tanta pareja y fiesta alegre desde el siglo XIX. Imbuídos del espíritu cosmopolita, acabamos nuestro recorrido refugiándonos en el café Parisi, en donde una tostada bebida y algunos dulces terminaron la culinaria velada, encontrándonos frente a frente con años de tradición encarnada en un viejo marino y sus costumbres, de cuando el mundo era de veras globalizado y algún peruano azaroso se enrolaba en navíos extranjeros, donde pasaban la vida y pescaban desde al amanecer, pescando de paso viejas y lejanas costumbres europeas. Luego partimos a otro distrito, a continuar la aventura.............

viernes, 2 de marzo de 2007