jueves, 12 de mayo de 2011

Comentarios a la “Crítica de la Razón Instrumental” de Max Horkheimer y Teodhor Adorno

Por: Lic. Luis Marín
lmarin@socialconsultores.com

La obra de los pensadores de la Escuela de Franckfurt, se encarga de denunciar el fracaso de los ideales de la ilustración, que fue impulsada por la burguesía que luchaba en tiempos de la Revolución Francesa por los ideales de la libertad, igualdad y fraternidad entre los hombres.

En el análisis de esta teoría subyace una dura crítica al proceso de la modernidad y sus consecuencias, que trajo una gran serie de cambios culturales, sociales y económicos.

Uno de estos cambios es el tránsito de un elemento capital para entender la obra de los pensadores franckfurtianos. Es el tránsito dado de una razón objetiva a una razón subjetiva, o más precisamente, lo que significa este tránsito para el ordenamiento social en general.

Hay un amplio debate acerca del concepto de razón a lo largo de la crítica de la razón instrumental. La razón objetiva se encontraba tanto en la conciencia individual como en el mundo objetivo (naturaleza, relaciones de clase, etc.). Por lo que el sentido de la existencia estaba dado siempre que esté de acuerdo con la totalidad. Nótese que en esta propuesta lo que destaca –mas allá de la posición de la razón en el mundo- es la orientación de la misma; la razón está orientada a los fines de la existencia humana.

La razón subjetiva por el contrario es aquella que se orienta hacia los medios, es un razonamiento mecánico que no se preocupa tanto por la esencia o contenido de lo que está calculando sino por adecuar los medios mas óptimos para llegar a los fines, sin reflexionar demasiado acerca de éstos últimos.

Ahora bien, al presentarse estas dos racionalidades como transitivas (razón objetiva y luego razón subjetiva) quiere decir que además se presentan en un mismo momento; y al confrontarlas surge la apuesta por la individualidad, en la que la razón es entendida como el concreto acto de pensar. Y a su vez este pensar debe considerar el contexto (tradiciones, leyes, etc.). Siendo así, es que se subjetiviza la razón lo que conlleva a la relativización de los fines, puesto que además de estar contextualizada en un espacio y tiempo también se relativiza de acuerdo a cada sujeto.

Luego del triunfo de la razón subjetiva (y por este hecho se le establece mayor importancia a los medios), esta también se formaliza por la influencia del desarrollo de las ciencias positivas. Lo que la legitima y hace que además amplíe su influencia en el mundo de la producción.

Es así como Adorno y Horkheimer propugnan la necesidad de acabar con el proyecto ilustrado que institucionaliza a los burgueses como clase dominante y que pone a su servicio la tecnología, que en este sistema, en vez de liberar al hombre lo oprime y lo margina.

En la sociedad capitalista existiría un fuerte contraste entre la realidad y lo ideal. El ideal de la igualdad ciudadana se resquebraja frente a las desigualdades sociales, de género, étnicas y económicas. La racionalidad instrumental coloniza los diferentes ámbitos de las relaciones humanas, pues todo lo convierte en un medio (la razón es relativa, se explota a la naturaleza, al hombre, etc.) para llegar a su fin u objetivo, que es el dinero, o la acumulación del mismo.

Para estos pensadores debe haber un cambio radical en la sociedad, para cambiar al status quo la tecnología debería liberar al hombre del yugo del trabajo –que creían, tenía un fin en sí mismo- y solo entonces el hombre vivirá feliz sin necesidades materiales. Se busca una conjunción de la racionalidad y de la praxis para librarnos de la racionalidad instrumental y sus efectos.

Sin embargo existe un divorcio entre la teoría y la praxis en la obra de estos pensadores pues no está claro el mecanismo para realizar el cambio ya mencionado. Pero cabe destacar la importancia de su posición y pensamiento crítico de la sociedad, pues se atrevieron a señalar la insuficiencia de su propia corriente teórica (el marxismo) lo que demuestra su real preocupación por la búsqueda de una felicidad positiva: la felicidad individual y la razón.

Bibliografía

Horkheimer, Max y Teodhor Adorno (1973) Crítica de la Razón Instrumental. Editorial Sur, 2da edición. Buenos Aires, Argentina.

1 comentario:

Anónimo dijo...

gracias