martes, 13 de marzo de 2007

Micro tendencias y retos en el norte de la ciudad: El caso del Consejo promotor de las Organizaciones Sociales (por: Luis Marín)

(Ensayo premiado en el Concurso de Ensayos: La Participación Ciudadana en la Gestión Local. Organizado por el Instituto de Estudios Peruanos, Red para el Desarrollo de las Ciencias Sociales y el Proyecto Cholonautas. Publicado en: http://www.cholonautas.edu.pe/. Diciembre de 2005).


I. Introducción

Este ensayo trata los cambios de las prácticas políticas en una organización social distrital de Lima Metropolitana en el distrito de San Martín de Porres[1] que servirá como el umbral para revelar los cambios políticos por los que han pasado los movimientos populares de izquierda, de cómo han procesado su constante exposición hacia los procesos de globalización y cómo éstos han afectado la forma de encarar la política local distrital en pleno proceso de descentralización del Estado.
El paradigma o interpretación de la realidad peruana como un escenario de dualidad estructural donde coexisten la sociedad tradicional y la sociedad moderna[2] presentado por algunos intelectuales a mediados de la década de los noventa ha cambiado o por lo menos a perdido el poder de interpretación de la realidad para dar cabida a discursos mucho más heterodoxos, que nos presentan una sociedad miscelánica, en donde confluyen identidades diversas, desde las obreras que cada vez tienen menor significancia, campesinas que se articulan a lo urbano mucho más que solo en el aspecto económico, variando los significados de sus representaciones sociales, las identidades urbano-populares que se vinculan fuertemente con los territorios “conquistados”[3] por los migrantes en las urbes, etc.; lo que implica que estamos hablando de un nuevo tipo de representaciones sociales, que, juntas pero no revueltas, interactúan en el escenario de nuestras ciudades, que tienden a volverse en nuevo objeto de estudio para las ciencias sociales, y conforman unidas y articuladas –o no- lo que se ha denominado la sociedad global[4].
Y es en las ciudades precisamente, donde actualmente coexisten diversos tipos de grupos sociales, cada uno con un mundo de significados variado que orienta sus acciones en mundos de la vida. Pero es la esfera política la que se yergue actualmente para hacer confluir este magma caudaloso lleno de sentires particulares pero con intereses comunes. Es en tiempos de globalización cuando los discursos y prácticas sociales se entrecruzan o interconectan por medio de la presencia y el diálogo en el espacio público, las interconexiones virtuales y la interacción cara a cara en nuestras calles, plazas públicas, nuestros barrios, etc. ; contrastándonos con el vecino, el poblador, tanto con el connacional y también con el extranjero. Pues sabemos que ahora -gracias al aumento de las interconexiones globales- es posible hacerlo, y que las problemáticas de la población son similares a las que se sufren en países vecinos, porque hay ciertos procesos globales (como los de globalización económico y desprotección del mercado de trabajo, por ejemplo) que se presentan en muchos lugares, y debemos responder a ellos sopesando nuestro papel ya no en el territorio nacional, sino tener una mirada más amplia, más completa e imaginativa.
Para revisar algunas de estas reacciones, actitudes o posturas frente a procesos globales en el entorno local, a continuación daremos una revisión a las prácticas políticas de una organización social que aglutina varias otras territoriales del distrito de San Martín de Porres, en Lima, capital del Perú. Revisaremos las variaciones entre las manifestaciones o acciones de el llamado Consejo Promotor de las Organizaciones Sociales (COPROS) y los cambios que se han dado desde su creación hasta la fecha, influenciados tanto por la marcada tendencia ideológica de una izquierda que llamaremos “radical[5], cuanto por la coyuntura de cambio que nos presenta el proceso de descentralización del Estado, que viene a ser una parte de una lógica funcional influenciada y/o impuesta por los organismos internacionales como el BID o el FIM en el marco de los procesos de globalización en general, y en la globalización del sistema económico neoliberal en particular.
Específicamente revisaremos cómo cambian las prácticas políticas de esta organización, para lo que nos valdremos de las siguientes preguntas que guiarán la investigación: ¿de qué manera esta agrupación se expresa ante los diversos actores sociales locales y transnacionales?, ¿cómo canaliza sus demandas frente a los cambios en el sistema político y ante la apertura participativa?, ¿qué tanto afectan los procesos de globalización en esta práctica y cuáles son sus efectos?, ¿cambia acaso las percepciones sobre el accionar político?, ¿qué prácticas se han perdido?, ¿cuáles han cambiado?. Creemos que con estas líneas guía haremos un primigenio esfuerzo por esclarecer, algunas de éstas interrogantes.

II. San Martín de Porres: breve descripción de un distrito estancado

El distrito de San Martín de Porres se encuentra ubicado en la parte norte de Lima, al lado derecho del Río Rímac. El territorio que actualmente ocupa le perteneció al distrito de Carabayllo, que se fundó durante la última etapa del siglo XIX en la antigua Lima. Mucho antes de su creación política, la zona ya estaba ocupada por pobladores migrantes que comenzaron a llegar a Lima a inicios de la década del cuarenta, que provenían de diversas partes del país y se asentaron en los denominados Barrios Obreros, de los cuales el primero data de 1938, en la zona de la Avenida Caquetá. El año de 1950, se crea formalmente el distrito mediante el Decreto Ley 11360 promulgado por el General Manuel Odría el 22 de Mayo del mismo año.
El distrito siempre fue uno de los más poblados, a pesar de su división en 1989, luego de la creación del distrito de Los Olivos en 1989, año en el que San Martín de Porres pierde algunas de sus más importantes urbanizaciones, y pierde a su vez los tributos que le arrendaban; deteriorando aún más las condiciones para el gobierno municipal.
La importancia de este distrito es que desde su formación hasta la fecha, ha conservado un denso tejido organizativo que han sido actores activos de su desarrollo, tanto en el aspecto físico-legal cuanto en las luchas sociales y políticas[6] locales o nacionales. El COPROS vendría a ser uno de las dos grandes organizaciones sociales que aún sobreviven después de la década de la despolitización[7].

III. El COPROS formación y desarrollo

El Comité Promotor de organizaciones Sociales (COPROS) se formó el 10 de Abril de 2001[8] y es heredero de toda esta experiencia dirigencial que ha caracterizado al distrito, fuertemente vinculado a los partidos de izquierda por los hechos ya mencionados y por que ésta gobernó el Municipio distrital durante tres períodos continuos a partir de 1980.
Lo conforman organizaciones territoriales –Juntas Vecinales, Asociaciones de Vivienda- y algunos gremios locales como el de los mototaxistas. Sus consignas son la lucha por los derechos ciudadanos, por el control y la fiscalización ejercida desde la sociedad civil. Cabe mencionar que esta organización surge a raíz de la lucha contra el alza de arbitrios municipales el año 2001, durante la gestión de Gladys Ugaz, ex - alcaldesa del distrito que fue muy cuestionada por casos de corrupción durante su gestión.
Es durante este gobierno municipal –el de Gladys Ugaz- cuando surgen estas organizaciones[9] para lograr objetivos comunes como la lucha contra la corrupción; debido a que alrededor del año 2001, la administración municipal pasaba por una de sus peores crisis, en cuanto a corrupción institucionalizada. Inclusive durante los últimos meses la Municipalidad se hallaba sin alcaldesa pues ésta se había dado a la fuga.

III.1 Protesta antes que propuesta


Protesta del COPROS frente a la Municipalidad por propuesta de ubicación zona rosa en Chuquitanta
La actitud que asumía este grupo –el COPROS- en esa época era la de la demanda y la de la confrontación. Al principio se organizaban marchas, plantones y protestas frente a la municipal reclamando por los abusos cometidos en el alza de arbitrios por la institución municipal. De esta forma se apreciaba que el camino tomado por esta organización privilegiaba la manifestación en el espacio público antes de cualquier intento por seguir los canales legales para expresar desacuerdos, como el de la petición de cuentas por ejemplo; sin mencionar el pedido de revocatoria de autoridades que faculta la nueva Ley Orgánica de Municipalidades. Sin embargo no debe sorprendernos esta aparente elección puesto que la movilización antes que la “formalización” de la propuesta son ya casi tradiciones en el país, debido a que existen requisitos para presentar cualquier iniciativa ciudadana que se constituyen en verdaderas barreras inalcanzables para la población[10]. Todo esto sin tomar en cuenta que este tipo de participación formal requiere aún más elevados costos que la protesta, que resulta siendo más efectiva por su carácter masivo y sobre todo mediático.
El COPROS también se haya fuertemente influenciado por la ideología de sus dirigentes actuales, que ejercen lo que hemos denominado una doble militancia: una en la organización social misma y otra en un partido político. En este caso, en el COPROS mismo y en el Movimiento Nueva Izquierda[11]. Como hemos mencionado líneas arriba el COPROS está conformado por varias organizaciones, tales como el SUTEP Décimo Sector y además por el Sindicato de Trabajadores de la Municipalidad de San Martín de Porres. Todos ellos califican el proceso de apertura participativa en la gestión local -como la conformación del CCL a nivel local- como inadecuado por la inclusión de actores (específicamente las ONG) que reemplazan el trabajo de los pobladores en procesos tales como el Presupuesto Participativo y dan “todo masticado” como veremos más adelante. Además, los miembros de esta organización se considera a sí misma como parte del mal llamado movimiento antiglobalización; el cual es más apropiado llamarlo movimiento anti-neoliberalismo[12].
Como hemos visto, esta postura frente al gobierno –local y central- sumada a su antes única forma de encausar las demandas del segmento de la población que representan; aislaban de alguna manera a esta agrupación de las otras dinámicas que se sucedían en el distrito, y mucho más aún la desconectaban de lo que pudo haber sido un frente único de lucha y/o trabajo. Esa es la diferencia principal que tenía el COPROS con el CUOS. La primera no quería entrar a trabajar en un esforzado proceso de planificación participativa –previo a la legislación, que comenzó a ser promovido desde mediados de 1997 por iniciativa de una organización no gubernamental local - que se dio pero que se dejó de lado por la desidia de la autoridad municipal de ese año (Gladys Ugaz, durante el 2001). Posteriormente, este proceso de planificación fue respaldado por la legislación; en el marco de un proceso transnacional como el de la descentralización del Estado, que se viene dando en todo el país a partir del gobierno de Valentín Paniagua Curazao, quien gobernó el país en una de las más álgidas crisis de los últimos años, debido a la renuncia del ex presidente Fujimori[13].

III.2 De la protesta al acuerdo

En noviembre del 2002 se llevó a cabo el denominado Acuerdo de Gobernabilidad. Éste se realizó con las organizaciones sociales –que promovieron el evento, entre ellas el COPROS- y los candidatos a la alcaldía 2002-2006. Este evento dio pie al fortalecimiento de este tipo de organizaciones sociales, pues los primeros buscaban su legitimidad en el distrito, mientras que los segundos buscaban réditos políticos ad portas de las elecciones del 2002.
Entre las organizaciones sociales que participan en el distrito se presenta una libre participación en espacios que involucren a los dos principales grupos, es decir; las organizaciones territoriales o sectoriales que pertenecen al CUOS por ejemplo, pueden a su vez participar en las actividades que realiza el COPROS, sin embargo; casi ninguna lo hace a excepción de un par de juntas de vecinos –o en todo caso, los dirigentes de las mismas- pues la posición del COPROS está fuertemente estigmatizada en el distrito, muy a pesar de que su postura no sea del todo rechazada por los más de los pobladores, pues suelen recurrir a la exaltación de la indignación popular para ganar adeptos.
Fue este evento la oportunidad que tuvieron estas dos grandes agrupaciones de aparecer en el espacio público político distrital, señalando el camino hacia una posible nueva etapa, en al que el diálogo sustituya a la protesta o movilización. Pero los compromisos que se pactaron entre las organizaciones y los candidatos no fueron respetados por el candidato electo, el alcalde Lucio Campos[14]. Mas bien éste desconoció la representatividad de algunas agrupaciones que participaron en el evento y este hecho marcó el comienzo de un retorno al enfrentamiento. La organización social del COPROS ya tenía un nuevo antagonista en el escenario político local. El sindicato y otras fuerzas distritales solo esperarían un tiempo antes de recurrir a las manifestaciones si es que los compromisos se incumplían. Posteriormente el COPROS realizaba las primeras marchas en contra del actual alcalde, paros de comerciantes, quema de muñecos que aludían a la autoridad edil, etc.

IV. El factor transnacional y la configuración de un nuevo escenario

La coyuntura de la apertura participativa (apertura refiriéndonos al respaldo legal de la misma, diferenciando esta “apertura” de la “explosión participativa” a la que hace referencia Romeo Grompone) en los procesos de descentralización del Estado se ha dado a nivel nacional respaldados por los organismos financieros multilaterales y otros actores, interesados en que se de la reducción del aparato estatal para que la “mano invisible” del mercado y la lógica del sistema (mercado/sociedad) regule las interacciones sociales. Siguiendo a Mato coincidimos en que:
estos (nuestros) gobiernos han adoptado últimamente análogos programas de ajus­te estructural, lo cual se relaciona con ciertos procesos globalizantes que involucran las prácticas de éstos y otros gobiernos, así como las de empresarios nacionales, corporaciones trasnacionales, el Banco Mun­dial (BM) y el Fondo Monetario Internacional y algunas universidades y grupos profesionales transnacionalmente vinculados en lo que po­dríamos llamar comunidades epistémicas transnacionales, que producen las teorías, métodos de investigación y políticas de intervención que sustentan los diagnósticos y aplicaciones en cuestión. Estos esque­mas incluyen programas más específicos y políticas de reducción y descentralización del Estado, y de alivio de la pobreza[15].”
Son precisamente estos programas de alivio a la pobreza los que han desarticulado a las organizaciones sociales en un proceso que podríamos llamar descomposición social desde arriba, pues con la aplicación de políticas focalizadas contra la pobreza no se ha hecho más que buscar núcleos ejecutores ad hoc muchas veces paralelos a la organización social[16] haciendo que las responsabilidades pasen del Gobierno Central hacia los gobiernos locales y a su vez cargan responsabilidades a la misma población o sociedad civil. Todo esto dirigido desde el Fondo Nacional de Compensación y Desarrollo Social - FONCODES durante el gobierno de la cleptocracia fujimorista, o en los infaustos tiempos del chino.
Considerando esta relación local-transnacional que se impone con fuerza a partir del noventa, suponemos que esto reconfiguraría también la representación social en u distrito como el de San Martín de Porres y socavaría la imagen que los más de la población tienen hacia la práctica política, pues cada vez se hacía más complicado la práctica ciudadana en un país aquejado por la pobreza y el autoritarismo; en un distrito institucionalmente destruido por la corrupción y por la pérdida de funciones en general de todas las Municipalidades nacionales –la creación de organismos como el FONCODES buscaba restarles funciones a los gobiernos locales para descartar la posibilidad de algún ascenso político local que rigiera con los planes reelecionistas del fujimorato- a pesar del cada vez mayor protagonismo de las ciudades en un contexto en el que interactúan actores sociales globalizados transterritoriales y globalizantes en sus prácticas sociales.
Si bien es cierto esto solo fue el marco anterior incluso a la formación del COPROS, sus actuales integrantes ya formaban parte de los partidos y sindicatos mencionados líneas arriba, y siendo así ya formaban su propia opinión respecto a la problemática distrital.

V. Planificación participativa: la construcción de un nuevo rol

V.1 Afrontando los espacios meso

Ante la fragmentación urbana que vive el distrito, aquejado por su inexistente planificación urbana y ocupación desordenada, se hace patente la ausencia de espacios públicos físicos de interacción entre individuos, necesarios para iniciar la concertación entre actores sociales. Puede ser este un factor más por el que la población le rehuye –al menos en el distrito- al ámbito político. Pues no están acostumbrados a tener ágoras locales en las cuales decidir los futuros de sus comunas. Esta ausencia puede bien influenciar a que otros decidan por ellos. Tal vez a esto se debe la falta de renovación dirigencial que vienen sufriendo las organizaciones sociales en general (incluido el COPROS). Lo cierto es que si en el plano nacional la política es relacionada con aspectos negativos tales como el robo o la estafa, es mucho más difícil que en plena época de planificación participativa (aunque sea sólo presupuestaria) la población se comprometa a participar de las decisiones de su ciudad.
Aún así, se instauraron nuevos espacios de participación ciudadana, en los que el ciudadano tendría la oportunidad de decidir sobre los destinos de los fondos municipales. Uno de ellos es el Concejo de coordinación Local[17], formado por un porcentaje de miembros de la sociedad civil (en el caso de San Martín de Porres son seis personas) y el alcalde y regidores. Otra forma de participar es mediante los procesos de presupuesto participativo que se llevan a cabo hace dos años en todas las municipalidades. Sobre este último punto ampliaremos lo siguiente:
V.2 El I Taller de Presupuesto Participativo 2005
Fue en el I Taller de Presupuesto Participativo de San Martín de Porres, realizado el día 12 de Junio del 2004, cuando interactuaron las dos organizaciones sociales que se disputan ser los máximos representantes del distrito[18].
En este evento, los representantes de las organizaciones que intervenían en los talleres temáticos, no dejaban de señalar a cada momento, la inconveniencia de la postura de la otra parte. Los más radicales, acusaban a los miembros del CUOS de pactar con las siempre cuestionadas autoridades del municipio, y de avalar cualquier propuesta que ellos les hicieran, mientras que de otro lado; los miembros de la Central Unitaria acusaban a los del COPROS de netos confrontadores, incapaces de sostener una propuesta.
En es taller se observó que el problema (no muy bien identificado por cierto) del neoliberalismo se vuelve un problema doméstico. Los representantes del COPROS afirmaban que ese era el problema principal del distrito: la madre del cordero que al solucionarse se solucionarían el resto de problemas.
Hubo confrontaciones, es cierto, con las autoridades municipales que organizaban este evento. Pero a medida que avanzaba este, se dieron cuenta que debido a que los funcionarios municipales fungían de facilitadores; no iban a llegar a ningún lado si seguían con esta actitud. Por un momento llegaron a aliarse a los delegados del CUOS cuando se pretendían algunos atropellos hacia los asistentes o inconsistencias en la metodología.
El COPROS no tiene representantes en el CCL, por ello no desaprovecharía el proceso del presupuesto participativo para ganar adeptos y para involucrarse (lo importante es que esta vez por la vía formal) en la cosa pública. Posteriormente han seguido participando de este proceso, y no han realizado ninguna otra marcha importante.
Actualmente se están conformando los comités de vigilancia de los proyectos municipales para este año. Y los miembros del COPROS parecen este vez querer formar parte de este proceso. Antes, su postura les dictaba no trabajar “en nada” con la administración municipal que ellos califican de corrupta[19], ni con las organizaciones no gubernamentales que siguen trabajando en el distrito y que en su momento lo hicieron proponiéndole al gobierno anterior (el gobierno corrupto de Gladys Ugaz) un proceso de planificación participativa mucho antes de que existiera la legislación vigente que lo respalda. Los del COPROS aducían que al haber trabajado con la alcaldesa corrupta, ellos –los de la ONG- también lo eran.
El COPROS, durante los primeros meses del 2004, se esforzó por recolectar las firmas necesarias para la revocatoria del alcalde Campos. No se llegó a la cantidad establecida por el organismo oficial. Este sería el primer esfuerzo por revocar “formalmente” a un alcalde distrital del Cono Norte en los últimos años. Pero cabe mencionar que casi siempre estos esfuerzos están auspiciados por los candidatos que perdieron las elecciones anteriores, tal como efectivamente pasó en San Martín de Porres.
Después de todo, ante la ingente necesidad de aparecer en el espacio público, para no perder el terreno que se avanzó en las movilizaciones; el COPROS ha tenido que adaptarse a los nuevos tiempos, comprometerse con objetivos más grandes y pensar en que el intercambio de ideas, de pareceres, de propuestas con las otras organizaciones sociales y con las mismas autoridades beneficiarían no sólo a su movimiento, sino también los pondrían a pensar en su propio distrito, articulado como está con sus vecinos, comprometido por cambiar el a veces despectivo término del “Cono norte” por el del muy enorgullecedor “Lima Norte”. Y esa no es tarea únicamente de una organización como el COPROS, que ha ido, paso a paso, cambiando sus posturas antes inquebrantables, para darle cabida -al menos por ahora- al diálogo entre agentes sociales. Y éstos a su vez reconocen el know how dirigencial de los representantes del COPROS, que lo han utilizado tal vez muchas veces para asuntos nonc santos; y llamando la atención sobre sus organizaciones netamente políticas – gremiales, como el Movimiento Nueva Izquierda y el SUTEP.

VI. Reflexión final

Sugerimos que para los cambios que se presentan en los discursos, imaginarios, representaciones y prácticas políticas[20]; no ha existido un punto de inflexión determinante que de un momento a otro oriente hacia algún sentido las acciones y prácticas de esta organización social. Mas bien los marcados tránsitos desde posturas radicales hacia otras en las que se da un espacio al diálogo y a la concertación con los diferentes actores distritales se han venido sucediendo por la interacción ininterrumpida entre este grupo y los procesos formales de descentralización del Estado que se observan en el distrito. En otras palabras los cambios a los que nos referimos están influidos por los diferentes nuevos espacios de concertación que surgen para la gestión distrital, ampliando así la base social que participa en la gestión del gobierno, en este caso local, y que además amplían la convocatoria o “abren la cancha” a las organizaciones populares, e incluso a los ciudadanos particulares no agrupados.
Un posible cambio de esta organización, al comprometerse o al menos participar de estos nuevos espacios, es involucrarse con proyectos e ideas (porque no sólo debemos referirnos a proyectos como de infraestructura, sino como a los de la construcción de imaginarios, sentidos comunes, o la tan anhelada identidad distrital) que trascienden lo local, nos proyectan a entender, interiorizar y transformar confluentemente otros intereses. Lo que nos remite de una perspectiva del cortoplazo hacia una mirada de largo plazo, más comprometida con el entorno y con posibilidad de negociar con otros actores en otros distritos, que afronten problemas similares, o diferentes, para poder ganar experiencia y ésta revertirla hacia nuestra localidad, o hacia nuestros activistas, en sus diferentes movimientos –sean o no políticos- para que estos reproduzcan nuestras experiencias, nuestros discursos, nuestros saberes.
Lo cierto es que existe una definida conciencia de globalización en este movimiento –indefinida, marcada, catastrófica-, pero que definitivamente afecta sus formas de concebir la política (como una arena de batalla), sus prácticas políticas como hemos visto a lo largo del texto y su perspectiva respecto a los demás actores. Se saben hacedores de su propia imagen frente a los demás (ciudadanía, autoridades, etc) y bien pueden aprovechar su experiencia ganada a pulso durante los últimos años; pueden vender la idea apasionada y romántica de un compromiso por un nuevo Estado popular, pero también pueden –a la par o no- seguir actuando en los diferentes procesos de desarrollo local, sabiendo que hay múltiples problemas, tanto en el distrito como en los colindantes, y que tal vez juntos pueden alcanzar o definir un mecanismo que los haga alcanzar el bienestar. Esa es la lucha que emprenden en este nuevo contexto, ad portas de un TLC con los EE.UU. , preocupándose por las vanguardias chinas en estas latitudes, protegiéndose de discursos alienantes, pero siempre con la posibilidad de revertir lo aprendido en esta cancha, en la cancha chica[21], pero mirando el estadio lleno.

VII. BIBLIOGRAFÍA

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Cultura y transformaciones sociales en tiempos de globalización. Cátedra Virtual de CLACSO, 2004:
-Mato, Daniel; Mitos y realidades de la globalización- Para des‑fetichizar la globalización: una aproximación político ‑ cultural a las prácticas de los actores sociales en los procesos de globalización contemporáneos.
-Ianni, Octavio; Teorías de la globalización.
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Grompone, Romeo, "Argumentos a Favor de la Participación en Contra de sus Defensores (Borrador)", Instituto de Estudios Peruanos, IEP, Lima 2002.
Joseph Argus, Jaime. “Lima Megaciudad : Democracia, desarrollo y descentralización en sectores populares”. Alternativa, Centro de Investigación Social y Educación Popular; Instituto de Investigaciones de las Naciones Unidas para el Desarrollo Social (UNRISD).Lima 1999.
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Quijano, Aníbal. “La economía popular y sus caminos en América Latina”. Mosca Azul Editores, Lima 1998.
Remy, María Isabel. “Los múltiples campos de la participación ciudadana en el Perú: un reconocimiento del terreno y algunas reflexiones”. Instituto de Estudios Peruanos. Lima 2004.
Visión. Año 4, Nro. 24. Épica Ediciones.

Notas:

[1] Debo agradecer a los colaboradores del Departamento de Investigación de Alternativa quienes permitieron el uso de la información para el presente trabajo, en especial al Jefe del Departamento Dr. Jaime Joseph.
[2] Quijano, Aníbal. “La economía popular y sus caminos en América Latina”. Mosca Azul Editores, Lima 1998, página 65.
[3] Degregori, Carlos Iván, et ali. “Conquistadores de un nuevo mundo: de invasores a ciudadanos en San Martín de Porres”. Instituto de Estudios Peruanos. Lima 1986.
[4] Ianni, Octavio; Teorías de la globalización. Cultura y transformaciones sociales en tiempos de globalización. Cátedra Virtual de CLACSO, 2004. Página 3.
[5] Con posición o tendencia de izquierda radical queremos describir una manera particular de asumir una postura frente al Estado. Postura que se caracteriza por ser altamente confrontacional en la práctica y que aspira a destituir, deponer, derrocar a las autoridades vigentes para sustituirlos por otras elegidas. No ahondamos en tratar las concepciones ideológicas de la izquierda en este trabajo por limitaciones de espacio.
[6] Como por ejemplo las protestas nacionales de los partidos aliados con sindicatos, gremios y organizaciones sociales frente al Gobierno Militar de Velasco Alvarado y Morales Bermúdez (1975 - 1979).
[7] Llamamos así a la época de la dictadura fujimorista, pues durante su gobierno se trató de desintegrar la organización popular, restarle poder a los gobiernos locales, entre otras acciones coherentes con el discurso de la antipolítica propugnado por el ex jefe de Estado.
[8] Según el actual director del COPROS y miembro del Sindicato de Trabajadores formales del distrito, señor Hober Gutiérrez.
[9] Se forma también la Central Unitaria de Organizaciones Sociales - CUOS. Vale la pena destacar que el COPROS está conformado por dirigentes que se alejaron del CUOS por diferencias respecto a la actitud frente al gobierno local de esa época.
[10] Para ahondar sobre las formas y niveles de participación en el país y un análisis de los motivos por el que se da la misma véase: Remy, María Isabel; Los múltiples campos de la participación ciudadana en el Perú: un reconocimiento del terreno y algunas reflexiones. Instituto de Estudios Peruanos. Lima 2004.
[11] El Movimiento Nueva Izquierda es un partido político que intenta rescatar la valiosa tradición de el frente que constituyó la Izquierda Unida en la década del ochenta, y que se enfrentó al descrédito nacional porque de ella salieron los integrantes de movimientos terroristas que asolaron durante veinte años (1980-2000) al país con una vorágine de violencia que desestabilizó el Estado de Derecho y produjo alrededor de 70 000 muertos, entre otras cosas. Para mayores detalles del conflicto armado que se vivió durante esa etapa véase el Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación Nacional en www.cverdad.org.pe.
[12] Daniel Mato (coord.), Políticas de ciudadanía y sociedad civil en tiempos de globalización. Caracas: FACES, Universidad Central de Venezuela, página 14.
[13] Hoy prófugo de la justicia debido a las múltiples denuncias de corrupción y violaciones a los derechos humanos cometidas durante su gobierno en la década del noventa.
[14] Este alcalde también fue destituido por los regidores del distrito a mediados de Julio del presente año, acusado de corrupción y estafa al municipio, durante la gestión de Gladys Ugaz.
[15] Mitos y realidades de la globalización- Para des‑fetichizar la globalización: una aproximación político ‑ cultural a las prácticas de los actores sociales en los procesos de globalización contemporáneos. Mato, Daniel. Cultura y transformaciones sociales en tiempos de globalización. Cátedra Virtual de CLACSO, 2004.
[16] Joseph, Jaime. Lima: Megaciudad: : Democracia, desarrollo y descentralización en sectores populares. Alternativa, Centro de Investigación Social y Educación Popular; Instituto de Investigaciones de las Naciones Unidas para el Desarrollo Social (UNRISD).Lima 1999.Página 96.
[17] Los Concejo fueron creados durante el gobierno de Valentín Paniagua, quien amplió la participación ciudadana con esa medida, y creando también la Mesa de Concertación de Lucha Contra la Pobreza, que se encargaría de aunar esfuerzos de diversas instituciones (estatales o no) para combatir descentralizadamente el flagelo de la pobreza.
[18] Aunque pueda ser cierto que estas dos sean las organizaciones más grandes, cabe señalar que algunos involucrados opinan que dichas organizaciones no representan ni el 2% de la población total del distrito. Asunto que puede bien ser válido debido al gran número de habitantes del distrito, que sobre pasa el medio millón.
[19] Nos referimos a la gestión de Lucio Campos Huayta, ya destituido.
[20] En este texto como ya habrá notado el lector, nos referimos con mayor detalle a prácticas políticas específicas. Los otros puntos los tratamos someramente y podrán ser fruto de mayor profundización y análisis en otro documento.
[21] La “cancha chica” es una ingeniosa metáfora que nos remite a los patios traseros de la democracia, los espacios barriales, de corto alcance pero de gran labor, de donde pueden salir interesantes propuestas. López Ricci y Joseph Jaime; Miradas individuales e imágenes colectivas. Dirigentes populares: límites y potencialidades para el desarrollo y la democracia. Alternativa, 2002.

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