martes, 25 de agosto de 2009

Comentarios a los “Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana”

Por: Soc. Luis Marín

lmarin@socialconsultores.com



El esfuerzo de José Carlos Mariátegui por retratarnos la realidad del Perú en su tiempo, de manera precisa, abarcando diversas realidades cobra importancia para los objetivos que nos motiva. Mariátegui hace un análisis reflexivo de la situación del país, basándose en una mirada transversal a procesos históricos de larga data que influyen en los fenómenos de ese momento, o en las formas de interpretar la realidad de los intelectuales de la época. En el país Mariátegui descubre la existencia de encuentros y desencuentros de diversas realidades y divergentes en algunos momentos, que pese a serlo coexisten en un mismo territorio.

El método usado por Mariátegui es el del materialismo histórico, y él está preocupado en esta obra por hallar el basamento material de las clases en el país. Sin embargo su reflexión no es solamente económica, veremos que Mariátegui se ocupa de otros problemas tales como el de la literatura en su último ensayo.

La relación capital trabajo y las relaciones sociales que son configuradas de acuerdo a esta relación también son un tópico de la obra. Esta relación engendra las desigualdades sociales evidenciadas en el texto. Por ejemplo, en el repaso de los problemas de la educación, la tierra y el del indio, es donde se reflejan los efectos acumulados de los procesos socio-históricos atribuidos al choque de civilizaciones producido en la conquista del Perú, que produjo según JCM un corte del procesos “evolutivo” por llamarlo de alguna manera, que se daba en el país durante el auge del Imperio Incaico.

Otra problemática similar es la educativa, que según el autor refleja igualmente las consecuencias de procesos atávicos.
El Perú de los años veinte ha sido reflejado en estos siete ensayos como un país con problemas producidos por procesos históricos longevos y de nacimiento prístino. Es importante considerar la importancia de este corte analítico en una etapa en la que el periodo oligárquico empezaba a virar hacia la apertura –al menos temática- que involucra nuevos problemas, incluyendo a su vez nuevos grupos poblacionales, al menos en el discurso.

Por ejemplo, el indigenismo fue producido y reproducido por el poder estatal pero también por los intelectuales de la época, de la denominada generación del 900. Y siendo así, la apertura y estas nuevas miradas incluyen al Perú antes colonial y luego republicano al nuevo mundo, donde los asomos demagógicos se podrían leer como un proceso de involucramiento político de la sociedad.

Las nuevas temáticas tales como la del indigenismo se muestran incluyentes aunque no sean del todo efectiva en términos reivindicativos, y dan cuenta por vez primera de una diversidad que debe ser revalorada en medio de modelos de aplicación mundialmente estandarizados. El Perú no es Europa y parte de estos siete ensayos lo denuncian, haciendo que la reflexión se forme en torno a nuestra propia naturaleza, y a la naturaleza de las acciones que debemos tomar para cambiar la realidad. Al margen de la naturaleza del régimen político de ese entonces, el abanico político se diversifica y analiza posibilidades de intervención social, en un sistema en el que los intelectuales como Mariátegui leen al Perú desde adentro, aunque en este caso lo haya hecho desde Europa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿qué es materialismo histórico? pues se mencionó que fue el método utilizado por Mariátegui.