sábado, 30 de junio de 2007

ONG’s como nuevo campo laboral de los científicos sociales

Por: Luis Marín

El papel de las llamadas ONG’s (Organización no gubernamental) en nuestro país, a lo largo de las últimas décadas ha cobrado mayor relevancia desde que incursionaron como componente importante para lograr el desarrollo humano de la población peruana. El retorno a la democracia en el contexto latinoamericano propicia que cada vez mayor número y diversidad de actores incidan o tengan influencia en los distintos espacios de negociación, consenso y por que no, conflicto entre la sociedad civil y las diferentes instituciones del Estado.
Parte de los actores que representan a la sociedad civil en estos momentos son las ONG’s. Es precisamente en las décadas del 80 y 90 en que aumenta el número de las mismas, tanto extranjeras como nacionales. Al dejar atrás los regímenes autoritarios y recuperar la democracia, se abren nuevas posibilidades de intervención de estas agencias, quienes apuestan por la implementación de proyectos sociales que beneficien a determinados grupos poblacionales. Así, tal como afirma Roberts: “La democratización de la región en este periodo es un factor que explica tanto el aumento como el cambio de carácter de la participación de las ONG’s en la política social”[1] Sin embargo, el auge de estos organismos no solo se debe al proceso de democratización de nuestra sociedad sino también es consecuencia de las reformas estructurales impuestas por los organismos financieros internacionales en la década de los noventa, con la implantación del modelo neoliberal; estas reformas transformaron económica, social y culturalmente nuestro país. Parte de los efectos de la instauración de estas reformas fueron las políticas de ajuste fiscal y conforme a ellas, la reducción del Estado.
La reducción del Estado significó el repliegue del mismo en cuanto a incursionar en los servicios sociales como en la actividad empresarial, lo que motivo que se diera inicio a un largo proceso de descentralización de funciones, y transferencia de responsabilidades a otros organismos, ya sea dentro del Estado (a partir de la década del noventa se crearon diversas instituciones que se encargarían de diversas funciones, como la de administrar los programas sociales. Por ejemplo el FONCODES, el PRONAA, el PROMUDEH, etc.) como fuera del mismo.
El papel de las ONG’s se ha visto reforzado por el contexto de cambios en la estructura del Estado. Muy a pesar de la orientación para la formación de las ONG’s (pues muchas de ellas se conforman para que sus directivos o personal administrativo se beneficien de alguna forma), estas están participando activamente en la vorágine de cambios que experimenta el sistema de administración de los recursos del Estado, siendo algunas de estas instituciones también, entes fiscalizadores de las instituciones del gobierno, por lo que engrosan así cada vez mas los grupos de presión para la ejecución de las políticas sociales:
“Las nuevas políticas sociales están creando una demanda sustancial por parte de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales de profesionales entrenados en investigación social y desarrollo comunitario”[2]
Es en estas instituciones en donde los científicos sociales, los sociólogos encuentran espacios para desenvolverse laboralmente; realizando gran cantidad de funciones o de tareas, muchas veces no tan de acuerdo con su orientación profesional.
Al respecto Guillermo Rochabrum afirma que el campo de ocupación de los sociólogos se ha dividido en los últimos años en el desempeño académico, político, la difusión a otros públicos, la investigación y la aplicación de los conocimientos (sea en el Estado o en las ONG’s) [3]. Es esta última la que mas caracteriza la labor de los sociólogos en las ONG’s que encontramos en nuestro medio, al menos en el departamento de Lima. Pues gran cantidad de ellas se ocupan de promover iniciativas que generen un muy determinado beneficio en ciertos grupos poblacionales, como niños en alto riesgo, madres gestantes, comunidades campesinas, enfermos terminales, pobres extremos, jóvenes sin oportunidades, etc. Lo que si bien es cierto ayuda al momentáneo sostén de los ya mencionados grupos, no garantiza -y según algunas opiniones impide (al acostumbrarse el poblador a ser beneficiado, pues se dice que ya no desarrolla capacidades y le es mas difícil volverse autónomo, por el asistencialismo)- que los beneficios recibidos sean sostenibles, ni mucho menos autogestionados, aunque este sea el fin o propósito de muchas de las actividades de los programas de promoción.
Respecto a los actores que se benefician de los programas de ayuda, cabe decir que también se ha producido un cambio en la percepción de los mismos. A mediados de la década de los 70’s, se consideraba a los obreros , pobladores y campesinos tanto como actores sociales como también agentes de cambio, la acción privilegiada en esa época era la movilización política en torno a las grandes reinvindicaciones de clase o sector social.[4]
En los años 80 la percepción frente a los actores por parte de los diversos organismos está orientada hacia la preocupación por los movimientos sociales recientes, que buscan reinvindicaciones específicas de acuerdo al sector en los que se dan, desplazando con esto a los partidos políticos por lo que se expresaban antes. Sin embargo estos movimientos no buscaban mas que medidas de corto plazo, sin ningún plan estructurado, y llevados por intereses específicos de individuos en un contexto de pobreza, en claro antagonismo a las políticas u representaciones estatales.
Por esto, antes de los 90 el papel de las ONG’s se entendía como comprometido con intereses políticos particulares de estas clases. Ahora en los noventa, se ha producido una crisis de paradigmas también para las ONG’s, que tuvieron que reorientar sus lineamientos de trabajo, perdiendo su compromiso político ante el autoritarismo del gobierno de Fujimori.
Esta aplicación de conocimientos de parte de los sociólogos se caracteriza también por ser ampliamente diversificada. Pues las prácticas en las que un sociólogo se puede desempeñar dentro del ámbito de una ONG, se reconfiguran según se alcance los objetivos de las actividades. Es decir, un sociólogo puede participar desde la elaboración de una política o estrategia de desarrollo hasta en la conformación de una sencilla línea de base. Debemos mencionar también que la preparación en las aulas universitarias difiere en gran medida de la práctica profesional, en el sentido que se le otorga a la misma dentro de una organización no gubernamental. Principalmente en la línea de investigación, si bien el conocimiento se construye en estos nuevos espacios, muchas veces el sociólogo debe adaptarse por completo a las pautas o guías de investigación que le plantean las financieras internacionales. Surge de alguna manera la discrepancia entre los intereses que se le imponen al científico, y los propios. Si estamos desarrollándonos en una ciencia donde es bastante difícil suprimir los juicios de valor, la capacidad de adaptarse cada vez a nuevas temáticas –en algunas de ellas por muy poco tiempo- que no coincidan plenamente con los intereses particulares, será un factor importante que indiques un buen desempeño.
Los estudios de la sociología actual se caracterizan por su alto nivel de especialización, debido a que esta es una forma en la que los profesionales de las ciencias sociales consiguen financiarse para realizar proyectos, con los cuales se logrará un beneficio particular. Este tipo de enfoque se da tanto en las organizaciones estatales como en las privadas y no gubernamentales y está acorde a los procesos de descentralización en los que se encuentra inmerso en nuestro país. Además:
“las principales agencias de crédito internacional están de acuerdo con un modelo de política social que incluye descentralización, asociaciones de cooperación privada – pública, programas focalizados y participación de la comunidad”.[5]
Respecto a estos aspectos, la focalización también es fuertemente criticada porque al asumirse esta, se crean mecanismos de exclusión social[6], pues los criterios de selección de los grupos poblaciones a ser beneficiados no siempre son aceptados por la mayoría, mas aún; se critica también la forma o la dirección en que estos criterios son aplicados, puesto que muchas veces no son emergentes, es decir; no surgen desde abajo sino desde arriba, siendo impuestos muchos de los criterios, por los técnicos (que pueden ser científicos sociales) que creen saber desde el exterior , cuales son los requerimientos de la población.
En conclusión, el presente contexto en el que se desarrolla la profesión de la sociología, es de alguna manera propicio puesto que con los procesos de descentralización y el de la focalización de las políticas (que son puestas en práctica por agentes estatales como también privados) se abren cada vez mas espacios en los que se puede desempeñar un sociólogo. Además hay que considerar la actual proliferación de ONG’s en el mercado profesional, dado que precisamente son conformadas por los profesionales que o no encuentran espacios o que encuentran en éstos la mejor forma de realizarse profesionalmente.
Este espacio para el desempeño profesional se encuentra en la actualidad divorciado de los espacios académicos donde se enseña sociología. Las universidades del Perú no encuentran una manera directa y relacional de vincularse con la práctica privada. La docencia universitaria en la práctica se orienta para forjar profesionales docentes, en algunas universidades con gran bagaje teórico, pero poco vinculado con la práctica. Si bien es cierto los procesos de cambio en la estructura social y política también afectan la enseñanza universitaria, recién en estos últimos años se están incorporados cursos que podrían denominarse “técnicos”, por estar orientados completamente a la lógica de la intermediación del capital internacional, sea en el ámbito público o privado. Las ONG’s tienen poca o nula incidencia en el diseño de las balotas a desarrollar en los cursos, pues la academia se orienta poco hacia el mercado, si no es por los círculos cerrados o las también denominadas “argollas” que si posibilitan el tránsito desde la universidad hacia un organismo no gubernamental.

BIBLIOGRAFIA

Alternativa: 2003 Taller interno de lecturas sobre ciudad y políticas sociales. Proyecto CLASPO II. Centro Alternativa, Octubre.
Roberts, R. Bryan 2001 Las nuevas políticas sociales en América Latina y el desarrollo de ciudadanía: una perspectiva de interfaz. University of Texas at Austin. Taller: Agencia, Conocimiento y Poder: Nuevas direcciones,
Rochabrum, Guillermo 1993 Socialidad e individualidad: materiales para una sociología. Lima, PUCP.
Castellanos, Themis 2003 Análisis de experiencias de participación ciudadana, Alternativa.

NOTAS

[1] Las nuevas políticas sociales en América Latina y el desarrollo de ciudadanía: una perspectiva de interfaz. Roberts, R. Bryan . University of Texas at Austin. Taller: Agencia, Conocimiento y Poder: Nuevas direcciones, 14 y 15 de Diciembre de 2001.

[2] En: Taller interno de lecturas sobre ciudad y políticas sociales. Proyecto CLASPO II. Centro Alternativa, Octubre 2003.
[3] Véase: La política de la sociología: para una apreciación del caso peruano En : Socialidad e individualidad : materiales para una sociología. Lima, PUCP, 1993, p 161 (Apéndice)
[4] Diaz Albertini, Javier y Nadine Heredia. Editores (2003), La persuasión del cambio. La formación de líderes desde las ONG. Lima, Escuela para el desarrollo – CEED. Citado por Themis Castellanos. En: Análisis de experiencias de participación ciudadana, Alternativa, Julio de 2003.
[5] Roberts, Bryan Ob Cit, p 10.
[6] Ibidem, p 14.

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